El 94% de los 6,7 millones de habitantes Santiago de Chile ya dispone de agua potable, según informó la empresa de Aguas de Barcelona (Agbar), que desarrolla la gestión del agua de Chile a través de la empresa Aguas Andinas. Además, aseguró que trabaja para restablecer la totalidad de los servicios "en la mayor brevedad".

Agbar presta servicios de abastecimiento de agua potable, alcantarillado y tratamiento de aguas residuales de la capital chilena y de 40 poblaciones del sur del país. Así, su filial andina informó de que la mayoría de problemas se derivan de los fallos eléctricos. Por este motivo se han sustituido los generadores eléctricos por otros que consumen petróleo.

De no restablecerse el servicio eléctrico, se crearía un problema subsiguiente de la falta de combustible, Según la compañía. La empresa de aguas explicó que no hubo daños en los embalses que abastecen el norte de Chile.

La obtención de agua se hace mediante la absorción de pozos o la captación de aguas de la superficie. Para bombear los pozos se necesita electricidad. El agua pasa por las Estaciones Tratamiento de Agua Potable (Etap), normalizadas "en un tiempo récord".

Pese a que la red de alcantarillado sufre daños estructurales sigue recogiendo aguas residuales y conduciéndolas a las depuradoras. Las Estaciones Depuradoras de Aguas Residuales --dos en la capital-- quedaron afectadas, y una de ellas funciona al 50%, mientras que la otra sufrió daños que impiden el funcionamiento normal. Aun así, en aplicación del Plan de Emergencias se mantienen las condiciones "para garantizar el tratamiento de fangos".

Concepción, ciudad sin ley

La ley de la selva se ha impuesto en Concepción, la ciudad más afectada por el terremoto, donde el desabastecimiento y la ausencia de autoridad han provocado que el pánico se apodere de los ciudadanos, que han protagonizado un saqueo generalizado.

La urbe, la tercera ciudad más grande de Chile, ubicada en la región del Bío Bío, a 515 kilómetros al sur de Santiago, vivirá los próximos 30 días bajo un estado de excepción, decretado por la presidenta Michelle Bachelet para esa zona y para la región del Maule.

Concepción se ha convertido desde este sábado en una ciudad sin ley donde el miedo y la impotencia ha llevado a sus vecinos, que hace más de 30 horas están sin luz, agua ni alimentos, a lanzarse a la calle en busca de suministros básicos.

Desesperados después de haber pasado la noche en la calle por miedo a una nueva catástrofe, se han atrincherado frente ante los grandes supermercados a la espera de que abrieran sus puertas para poder adquirir alimentos.