Los muertos en el doble atentado suicida perpetrado este domingo en una región cercana a la frontera con Pakistán suman ya 35, según el último balance oficial hecho público por la televisión estatal en inglés Press TV. En el ataque habrían muerto al menos seis altos mandos de la Guardia Revolucionaria, cuerpo de élite del Ejército iraní, y otros 29 civiles.

Fuentes de la Guardia Revolucionaria declararon que el ataque tenía como objetivo fomentar la lucha sectaria en la provincia de Sistán y Baluchistán, pues cerca de diez personalidades tribales estaban entre los muertos.

El atentado, perpetrado en la región de Pishin (provincia de Sistán y Baluchistán), habría sido reivindicado por un grupo rebelde suní, Jundalá (Soldados de Dios), según informó la televisión pública iraní. "El grupo terrorista de (Abdolmalek) Rigi ha reivindicado el atentado", informó la televisión pública en referencia al líder de Jundalá.

Reunión de líderes

El ataque tuvo lugar en la localidad de Pishin cuando oficiales del citado cuerpo mantenían una reunión con líderes tribales suníes y chiíes en la zona. La Guardia Revolucionaria ha acusado a "mercenarios de la arrogancia internacional" de la matanza, en la que, al parecer, han perecido también civiles.

"Sin duda, este acto salvaje e inhumano está relacionado con la estrategia satánica de los extranjeros y los enemigos que han sido heridos por la Revolución Islámica", asegura el citado cuerpo de elite en un comunicado.

Sin embargo, el fiscal general de la provincia limítrofe de Sistan Baluchistán, Mohamad Marzieh, ha asegurado que el ataque había sido reivindicado por el grupo radical suní "Yundulah".

Las autoridades iraníes investigan además si ha sido obra de un terrorista suicida, como apuntaron las primeras informaciones, o consecuencia de la explosión de un coche bomba.