Irán calificó este sábado de "muy prematura" la concesión del premio Nobel de la Paz 2009 al presidente estadounidense, Barack Obama, pero precisó que la respaldará "si de verdad sirve para promover la paz y la armonía entre los países en guerra".

Así lo aseguró el ministro iraní de Asuntos Exteriores, Manoucher Mottaki, en declaraciones divulgadas este sábado por la televisión estatal.

El jefe de la diplomacia iraní señaló que el momento adecuado habría sido cuando los palestinos hubieran logrado sus derechos y las fuerzas de ocupación estadounidense se hubieran retirado de Irak y Afganistán.

Estados Unidos e Irán rompieron sus lazos diplomáticos en abril de 1980, una vez consolidado el triunfo de la Revolución Islámica que desalojó del poder a la dinastía Pahlevi.

Nada más llegar a la Casa Blanca, Obama expresó su deseo de cambiar la dirección de estas relaciones y emprender un nuevo capítulo si Teherán abre el puño.

Desde entonces, el régimen iraní -que no ha cesado en su constante retórica antiestadounidense- ha exigido al mandatario norteamericano "acciones, y no palabras".

Al respaldo del Irán se une el de Cuba. El líder de la Revolución cubana, Fidel Castro, considera una "medida positiva" la adjudicación del Premio Nobel de la Paz a Obama, aunque matiza que se trata "más que de un premio al presidente de Estados Unidos, una crítica a la política genocida que han seguido no pocos presidentes de ese país", ha dicho Castro en sus 'Reflexiones' publicadas en la web Cubadebate.

El legendario mandatario cubano considera que este galardón "compensa el revés que sufrió Obama en Copenhague al ser designado Río de Janeiro y no Chicago como sede de las Olimpiadas del 2016, lo cual provocó airados ataques de sus adversarios de extrema derecha".

El Gobierno chino, por su parte, también ha felicitado al presidente estadounidense. En un escueto comunicado emitido por el Ministerio de Asuntos Exteriores, Pekín ha alabado a Obama usando los mismos términos en los que se manifestó el Comité Nobel Noruego al otorgar el reconocimiento.

"Queremos felicitar al presidente Barack Obama por el premio recibido, por sus esfuerzos extraordinarios para reforzar la diplomacia internacional y la cooperación entre los pueblos", señala el documento.

A esta opinión se suma la del rey Mohamed VI de Marruecos, quien ha destacado su "compromiso personal, su acción continua y sus esfuerzos sinceros en favor de la paz y la seguridad internacional", como lo demuestra su convocatoria a "una cumbre sobre la seguridad nuclear".

La presidenta chilena, Michelle Bachelet, también se ha sumado a las felicitaciones y ha añadido que este reconocimiento también es un llamado a los dirigentes a "avanzar hacia el desarme, la no proliferación" y la paz en zonas del planeta donde continúa una gran tensión, como Medio Oriente.

Entre los que han mostrado su disconformidad por la concesión de este premio, destaca está el derrocado mandatario hondureño, Manuel Zelaya, quien ha manifestado que darle el Nobel de la Paz a Obama "es un desafío para su país, porque es el que tiene el mayor Ejército y la mayor cantidad de armas en el mundo".