La diplomática suiza Heidi Tagliavini entregó ayer en Bruselas a representantes del Consejo de Ministros de la Unión Europea, de Naciones Unidas, la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE) y a los embajadores de Rusia y Georgia, el informe de la investigación encargada por los Veintisiete sobre las causas de la guerra ruso-georgiana desatada en el verano de 2008.

En el mismo se llega a la conclusión de que Georgia inició el conflicto armado con el asalto a Tsjinvali (Osetia del Sur) en la noche del 7 al 8 de agosto del año 2008, aunque considera también que Rusia contribuyó a crear la situación que condujo al estallido del enfrentamiento armado en la región.

Considera que la guerra fue "el punto culminante de un largo periodo de crecientes tensiones y provocaciones" y que el asalto a Osetia del Sur por parte de las fuerzas armadas georgianas "marcó el inicio del gran conflicto armado en Georgia".