Mientras ese grupo se ha debilitado, los talibanes se han fortalecido en Afganistán, según el informe anual sobre terrorismo en el mundo elaborado por el departamento de Estado.

El documento constata que Al Qaeda ha encontrado en las regiones tribales de Pakistán fronterizas con Afganistán, donde la presencia del Estado es muy pequeña, un refugio similar al que tenía en Afganistán antes del 2001.

La organización ha restablecido cierto control central de sus operaciones, en particular en torno al egipcio Ayman al Zawahiri, su "número dos", y ha reemplazado a algunos líderes capturados o fallecidos, según Estados Unidos.

Mientras tanto, Al Qaeda en Irak, su filial en el país mesopotámico, ha perdido fuerza por las deserciones y la interrupción de sus fuentes de financiación y apoyo.

Los talibanes, en cambio, recibieron en el 2008 más dinero del narcotráfico y de fuentes en el Golfo Pérsico, lo que ha elevado su capacidad de lucha, según el documento.

En consecuencia, los ataques contra fuerzas estadounidense, de la OTAN y del gobierno afgano han aumentado. Los talibanes "controlan partes de Afganistán y Pakistán, y amenazan la estabilidad de la región", alertó el departamento de Estado.

El documento mantiene a Irán, Sudán, Siria y Cuba como países patrocinadores del terrorismo, lo que acarrea sanciones como la prohibición de venderles armas y darle asistencia económica.

Estados Unidos sacó a Corea del Norte del grupo el 11 de octubre del 2008, tras alcanzar un acuerdo con el país para poner fin a su programa nuclear.

Entre los países patrocinadores del terrorismo, el "más activo", según Estados Unidos, es Irán. Washington le acusó de dar más de 200 millones de dólares al grupo libanés Hizbulá y entrenar a más de 3.000 de sus combatientes.

También aseveró que Irán proporcionó armas y formación a grupos radicales palestinos, incluido Hamás.