El presidente de EE UU, Barack Obama, consideró ayer un “error” el vuelo a bajo nivel de un avión presidencial sobre la ciudad de Nueva York con fines fotográficos. “Fue un error, como ya se ha dicho, y no volverá a ocurrir”, declaró Obama durante una comparecencia en la sede de la Oficina Federal de Investigación (FBI).

El vuelo el lunes de los aviones, incluido un Boeing 747 denominado “Air Force One” cuando lo usa el presidente, causó aprensión en una ciudad que fue blanco de atentados terroristas con aviones comerciales en septiembre de 2001.

La Casa Blanca ya había presentado disculpas el mismo lunes, cuando en un comunicado Louis Caldera, director de la oficina militar de la Casa Blanca, afirmó que había aprobado la misión sobre Nueva York la semana pasada y “asumo toda la responsabilidad por esa decisión”.

“Si bien las autoridades federales dieron los pasos apropiados para notificar a las autoridades estatales y locales en Nueva York y Nueva Jersey, está claro que la misión creó confusión y trastornos”, indicó el director de la oficina militar. La misión, cuyo propósito era la toma de fotografías del avión presidencial cerca de la estatua de la Libertad, comenzó al inicio de la jornada laboral en Nueva York.

El Boeing 747 y un avión de combate F-16 que lo escoltaba sobrevolaron la estatua de la Libertad, cerca de la “zona cero”, donde en su día se levantaron las Torres Gemelas.

Miles de empleados en el barrio financiero abandonaron sus oficinas, se evacuaron edificios y las agencias policiales y de emergencia recibieron numerosas llamadas que avisaban de que los aviones volaban demasiado bajo.

El alcalde neoyorquino, Michael Bloomberg, dijo que el Gobierno no le había avisado de la maniobra aérea y se enteró cuando empezó a recibir mensajes en su móvil que le preguntaban qué ocurría.