"Tenemos información de que la guerrilla está reclutando a niños de 12 años. Lo sabemos porque reclutaron a la hija de 16 años de uno de nuestros trabajadores que luego logró escapar", dijo a Efe por teléfono el portavoz de la ONU en Sri Lanka, Gordon Weiss.

Según él, los Tigres para la Liberación de la Patria Tamil (LTTE) han llegado a obligar a niños de 12 años a empuñar armas y dirigirse a la línea del frente en la franja costera del noreste que queda en su poder, unos diez kilómetros cuadrados.

Algunas familias, dijo Weiss, han intentado resistirse a los requerimientos de la guerrilla, que se encuentra cercada por el Ejército ceilanés, pero fueron castigadas a golpes o incluso tiroteadas por negarse.

Según los analistas, el LTTE apenas dispone de unos cientos de guerrilleros para enfrentarse al Ejército de Sri Lanka, que ha rodeado a la guerrilla tras una exitosa pero cruenta ofensiva en el último año y medio.

En conversación con periodistas, un militar ceilanés, brigadier Shavendra Silva, aseguró hoy que la situación en la franja costera es tan mala que las madres esconden a sus hijos en agujeros del suelo y los tapan para que el LTTE no los descubra.

La guerrilla, por su parte, acusó hoy al Gobierno de Sri Lanka de genocidio y crímenes de guerra por bloquear conscientemente los suministros de comida y medicinas a los civiles atrapados, lo cual ha puesto al borde de la inanición a miles de personas.

En los últimos días ha aumentado la preocupación internacional por la situación de los civiles víctimas del conflicto, que dura ya más de 25 años, así como la presión diplomática para que ambas partes pongan fin a las hostilidades.

Además, hoy está prevista la llegada a Sri Lanka del subsecretario general de la ONU para Asuntos Humanitarios, John Holmes, que estudiará la situación de los civiles en el país.

Según la ONU, casi 6.500 civiles han muerto en lo que va de año víctimas de los combates en el noreste, mientras que decenas de miles de personas se hacinan en campos de refugio dispuestos por el Gobierno para acoger a quienes escapan de las zonas de conflicto.