El Gobierno italiano decidió ayer celebrar la próxima cumbre del G8 en la ciudad de L’Aquila, una de las más afectadas por el terremoto del pasado 6 de abril, para llevar la catástrofe del seísmo al centro de las conversaciones del encuentro.

Así lo informó ayer el primer ministro de Italia, Silvio Berlusconi, tras el Consejo de Ministros extraordinario celebrado ayer en L’Aquila para aprobar un decreto ley con fondos de 8.000 millones de euros para Los Abruzos, región asolada por un seísmo que dejó 295 muertos.

En un principio, la cumbre de jefes de Estado y de Gobierno del G8 estaba prevista que se celebrara entre el 8 y el 10 de julio próximos en la isla italiana de La Magdalena, próxima a Cerdeña, cita de la que Italia es anfitriona en calidad de presidente de turno del grupo de las siete mayores potencias económicas más Rusia.

“Queremos dar un mensaje de esperanza a Los Abruzos, una señal importante. Por supuesto que ahora deberé hablar con los otro siete líderes, pero aquí en L’Aquila existe la posibilidad de organizar un gran evento”, dijo el primer ministro.

Además de para abordar la catástrofe en la cumbre, Berlusconi justificó la decisión de trasladar la reunión el G8 por varios motivos, entre ellos, el ahorro de los 220 millones de euros que costaría en La Magdalena y que podrán ser destinados a L’Aquila, donde tendrá lugar un encuentro mucho más sobrio y austero.

“Hemos propuesto gastar doscientos millones de euros de más en la reconstrucción de Los Abruzos”, dijo Berlusconi, quien informó de que la cumbre se celebrará en el cuartel de la Escuela de la Guardia de Finanzas, centro de operaciones tras la tragedia del seísmo.

“Hemos tenido la fortuna de encontrar un complejo que puede acoger todos los ámbitos posibles. ¿Qué sede es más apropiada que una tierra herida por el terremoto?”, añadió.

Según el político, el G8 en L’Aquila puede ser, incluso, más seguro del que estaba previsto que se celebrase en La Magdalena, pues Berlusconi no cree que en la capital de Los Abruzos los grupos antiglobalización “tengan el deseo y el corazón de hacer manifestaciones duras”.

“La Magdalena habría sido demasiado bella y habría sido un G8 que no estuviera en consonancia con el momento que atravesamos por la crisis económica. Hemos pensado así que la solución más sobria habría sido más adecuada”, apuntó el primer ministro.

Sobre los fondos aprobados en el conocido como “Decreto ley de Los Abruzos”, Berlusconi informó de que ascienden a 8.000 millones por un período de tres años y con los que se hace frente a la tragedia sin necesidad de “meter las manos en los bolsillos de los italianos”.

Berlusconi informó además de que ya se ha establecido una lista con 44 bienes artísticos, entre los que hay “muchísimas iglesias”, cuya reconstrucción podrá ser financiada por los Gobiernos de otros países, a los que tiene intención de llamar en breve.

El Gobierno italiano recurrirá también a la lotería para recaudar parte de los fondos necesarios para reconstruir la región de Los Abruzos.