El general Suleimán, que ayer efectuó una corta visita a Israel, la primera de un dirigente egipcio desde que asumió sus funciones el nuevo gobierno de Benjamín Netanyahu, comunicó a Lieberman la invitación en una entrevista que ambos celebraron anoche en Jerusalén, informa hoy la prensa local.

Egipto adelantó hace algunas semanas que no trataría con Lieberman debido a sus radicales posturas y a declaraciones como las de "mandar al infierno" al presidente Hosni Mubarak o que "Israel tenía que bombardear la presa de Asuán", en el sur del país árabe.

La entrevista entre Lieberman y Suleimán, que no fue confirmada hasta último momento, duró unos 50 minutos y se desarrolló en la Oficina del Primer Ministro, con el fin de eludir a los medios de prensa, declararon allegados del ministro israelí.

En un comunicado conjunto, ambos dirigentes destacaron su voluntad de seguir trabajando y afirmaron que ven las relaciones entre sus gobiernos como "vitales" para la paz y seguridad en la región.

La oficina de Lieberman describió la entrevista de "amigable" y comunicó que éste expresó a Egipto su "agradecimiento" por el papel que desempeña en la diplomacia regional y, en particular, el de Mubarak.

El año pasado el ahora ministro de Exteriores israelí mandó al infierno al presidente egipcio por no haber visitado Israel más que en una ocasión, y durante unas pocas horas, durante el funeral del asesinado Isaac Rabin, a pesar del tratado de paz entre los dos países.

Egipto descalificó la "rudeza" de Lieberman, que sólo era diputado por aquel entonces, pero a principios de este mes su colega Ahmed abul Gheit aseguró que no estrecharía su mano y que éste no "pondrá un pie en el territorio egipcio mientras continúe con la posición que hemos visto en el pasado".

Durante su estancia en Israel, el general Suleiman se entrevistó también anoche con el primer ministro Netanyahu, y el ministro de Defensa, Ehud Barak, y el presidente Simón Peres, a fin de conocer las posturas del nuevo gobierno israelí.