En un desfile militar con motivo del día de las Fuerzas Armadas, el presidente iraní, Mahmud Ahmadineyad, afirmó, asimismo, que gracias al desarrollo del Ejército y de otras industrias, Irán "se ha convertido en una de las naciones más fuertes de la región y de gran parte del mundo".

"Nuestras Fuerzas Armadas están dotadas con el equipamiento más avanzado. Con ello salvaguardan nuestra seguridad nacional. Pero también es inherente a una gran potencia tener un capacidad militar que amilane a sus enemigos" dijo Ahmadineyad.

"Nadie puede amenazarnos. El valor de nuestros enemigos para hacerlo ha sido eliminado definitivamente", subrayó en tono exultante.

Minutos antes, varias decenas de tanques, carros de combate y miles de hombres uniformados habían desfilado por delante del mausoleo donde está enterrado el ayatolá Rujolá Jomeini, fundador y líder de la República Islámica de Irán.

A escasos metros de la tumba del hombre que capitalizó la revolución que en 1979 derrocó la pro occidental monarquía Pahlevi, algunos carros con misiles de corto alcance y submarinos de pequeño tamaño presidían el desfile.

Como colofón, paracaidistas portando banderas de Irán saltaron de varios helicópteros y aterrizaron cerca del mausoleo y del vecino cementerio dedicado a los mártires de la guerra, situado en el sur de Teherán.

Estaba previsto, además, que cerca de 140 aviones de combate surcaran el cielo hacia el que se eleva la gran mezquita, pero la exhibición aérea fue suspendida debido a las condiciones meteorológicas.

Ahmadineyad, que durante su discurso evitó atacar a los países de Occidente, aseguró que la fuerza militar iraní no solo tiene como objetivo defender el país, si no que está diseñada para colaborar en la estabilidad de Oriente Medio y Asia Central.

"El poder de las Fuerzas Armadas de Irán está al servicio de las naciones... Nuestro deseo es proteger la seguridad y la estabilidad de la región", aseveró.

Estados Unidos y gran parte de la comunidad internacional impusieron en 1980 un embargo militar a Irán, poco después de que estallara la larga guerra fronteriza con su vecino Irak (1980-1988).

Aún así, en 1992 el régimen de los ayatolá consiguió poner en marcha su propio programa nacional de desarrollo y fabricación de equipos militares que le ha permitido modernizar al Ejército.

Según los expertos, Irán tiene capacidad suficiente para soportar, repeler y responder a un ataque contra su país procedente de la región, debido a sus conexiones con brazos militares en Irak o el Líbano.

Además, disfruta de una amplia y nutrida red de servicios secretos y de inteligencia militar.

Esta misma semana, Irán anunció que incorporará a su Armada un destructor dotado con un sistema antimisiles de superficie, aéreos y submarinos, y a sus Fuerzas Aéreas el primer avión no pilotado de fabricación nacional.

La comunidad internacional teme, además, que Irán oculte bajo el disfraz de su programa nuclear civil, un proyecto paralelo para la adquisición armas atómicas.

La semana pasada, el denominado grupo 5+1 (integrado por los miembros permanentes del Consejo de Seguridad de la ONU más Alemania) propuso a Teherán una nueva ronda de negociación para solucionar la disputa sobre el programa nuclear iraní.

El presidente Ahmadineyad respondió esta misma semana que su país prepara una contra-oferta, pero que en ningún caso Irán renunciará a su programa de enriquecimiento de uranio.

Por su parte, Israel ha retomado su amenaza de lanzar un ataque preventivo y quirúrgico contra las instalaciones nucleares de Irán.

Ese eventual ataque no parece contar en estos momentos con el respaldo de EEUU, cuyo presidente, Barack Obama, ha expresado su deseo de emprender un nuevo capítulo de las relaciones con Irán si el régimen de los ayatolá abre el puño.