"A pesar de los muchos intentos no se ha podido establecer ningún contacto hasta el momento con el barco. Los canales diplomáticos y militares tratan de paliar esta situación", asegura el Gobierno belga en un comunicado.

Varios miembros del ejecutivo federal, entre ellos el primer ministro, Herman Van Rompuy, están reunidos en una célula de crisis en el Ministerio del Interior.

El barco "Pompei", propiedad de la sociedad "TV Pompei", se dirigía a las Islas Seychelles con diez tripulantes, entre ellos algunos de nacionalidad belga.

A las 03.30 GMT el barco activó una alerta silenciosa, que fue seguida pocos minutos después por un segundo aviso internacional "que confirma la situación de urgencia", según el comunicado oficial.