"Esa declaración Venezuela (la) veta ahora mismo. Nosotros, junto con otros países, decimos que no estamos de acuerdo con esa declaración", declaró a los periodistas en la ciudad venezolana de Cumaná, donde se reúnen varios gobernantes en una cumbre del ALBA, para fijar posiciones comunes ante la cita continental en Trinidad y Tobago.

"De la Cumbre de las Américas no tenemos grandes expectativas; hay una declaración que es difícil de asimilar" porque "está totalmente descolocada en el tiempo y en el espacio, como si el tiempo no hubiera pasado", remarcó Chávez sin más detalles.

La declaración es "muy parecida a la de Canadá, a la que nosotros nos opusimos", se limitó a reseñar en alusión a la cumbre de Quebec de 2001, que abogó por la creación del Área de Libre Comercio para las Américas (ALCA) impulsada en su día por Estados Unidos.

Según versiones procedentes de Trinidad y Tobago, Venezuela y otros países de la Alternativa Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA), instancia creada en contraposición al ALCA, se oponen a que en la Declaración de Puerto España se destaque el papel de la Organización de Estados Americanos (OEA), de la que Cuba no forma parte.

Chávez efectuó estas declaraciones junto a su colega cubano, Raúl Castro, uno de los participantes en la reunión de Cumaná, cuya celebración, dijo, "ha sido una coincidencia" en vísperas de la Cumbre de las Américas, en la que La Habana no participa, al estar Cuba excluida del Sistema Interamericano.

Además de Chávez y Castro, están reunidos en Cumaná los presidentes de Bolivia, Evo Morales; Paraguay, Fernando Lugo; Nicaragua, Daniel Ortega; Honduras, Manuel Zelaya, y los primeros ministros de Dominica, Roosvelt Skerrit, y San Vicente y las Granadinas, Ralph Goncalves.

"Esta cumbre la veníamos preparando desde diciembre; luego quisimos hacerla en marzo", pero se postergó por una reciente gira internacional que concluyó la semana pasada, agregó Chávez.