La cumbre asiática fue ayer cancelada y algunos de sus dirigentes evacuados en helicóptero después de que los manifestantes asaltaran su sede para exigir la renuncia del Gobierno de Tailandia y elecciones. A raíz de la irrupción en el edificio y de los enfrentamientos librados en la calle entre partidarios y detractores del Ejecutivo, el primer ministro tailandés, Abhisit Vejjajiva, declaró el estado de excepción en la ciudad de Pattaya, que sólo duró unas horas, y ordenó a su Gobierno adoptar medidas para garantizar la seguridad de los dignatarios.

Casi la mitad de los dirigentes abandonaron el lujoso hotel elegido como sede por la azotea, desde la que abordaron los helicópteros con destino a la base militar de U-Tapao, situada a las afueras del celebre destino turístico. El primero en ser evacuado en helicóptero hasta la base militar fue Vejjajiva, que recibió al resto de los dirigentes a medida que llegaban.