Las personas que perdieron la vida como consecuencia del terremoto registrado en la madrugada del lunes en la región italiana de Abruzzo (centro del país) ascendieron a 235, de los cuales todavía quedan 15 sin identificar. Los cuerpos han sido alineados en la escuela de suboficiales de la Guardia de Finanzas, donde se preparó el depósito de cadáveres de la tragedia. Entre tanto, un nuevo evento sísmico de 5,3 grados en la escala de Richter volvió a sacudir la zona, generando nuevamente pánico entre la población.

En nuevo seísmo tuvo lugar a las 19.47 horas, con epicentro en la misma zona que quedó devastada por el terremoto de 5,8 grados registrado el lunes. A éste habían sucedido numerosas réplicas y sacudidas de asentamiento, pero ninguna de ellas fue tan fuerte como que se registró ayer tarde.

Según las primeras informaciones, el nuevo terremoto habría provocado al menos otra víctima en la pequeña localidad de Santa Rufina di Roio, cercana al epicentro., pero posteriormente los bomberos lo desmintieron. Asimismo, numerosos edificios, ya tambaleantes, registraron nuevos derrumbes, como la basílica ubicada en Piazza Duomo, en la ciudad de L’Aquila, la capital de la región de Abruzzo.

Igual que el primero, el nuevo temblor también fue advertido en Roma, donde numerosas personas salieron a la calle atemorizadas. Por su parte, los parlamentarios reunidos tanto en la Cámara de los Diputados como en el Senado también constataron el temblor del suelo.

Además, la nueva sacudida reduce todavía más las posibilidades de encontrar supervivientes bajo los escombros de los edificios derribados. Entre otros, se encuentran cuatro jóvenes universitarios que quedaron sepultados en la Casa del Estudiante de L’Aquila y sobre los que ya no existe ninguna esperanza de encontrarlos con vida.

No obstante, las operaciones de búsqueda de supervivientes proseguirán 48 horas más, según detalló por la mañana el primer ministro de Italia, Silvio Berlusconi, que acudió a la región por segundo día consecutivo para seguir de cerca la situación.

Sin embargo, a medida que pasan las horas, disminuye la posibilidad de encontrar nuevos supervivientes bajo los escombros. No obstante, ayer de madrugada fue rescatada Marta, una estudiante de 24 años que pasó 24 horas bajo las ruinas. Los rescatadores la hallaron extendida sobre su cama, protegida por una viga de cemento armado que había caído a menos de 20 centímetros de su cuerpo, evitando así que las demás escombros la aplastaran.

Los rescatadores también lograron sacar con vida a una anciana de 98 años que permaneció 30 horas bajo los escombros y esperó a ser socorrida haciendo ganchillo, según relató ella misma a los medios locales.

Los servicios de emergencia dieron ayer tarde prácticamente por concluida la búsqueda de supervivientes en la pequeña localidad de Onna, convertida en el símbolo del terremoto.

Los heridos, en cambio, son poco más de un millar, de los que 500 han sido hospitalizados y un centenar se encuentran graves. Los servicios de emergencia, en cambio, lograron rescatar con vida a unas 150 personas de los escombros.

En cuanto a las personas sin casa, suman unos 17.000. Muchos han sido recolocados en campamentos.