Adrián Paz, el joven lucense de 23 años evacuado de la ciudad italiana de L’Aquila tras el terremoto, aseguró ayer a Europa Press que hacía “días” que había “temblores” en esa zona, pero que nadie les avisó de la intensidad de un seísmo como el que se produjo en la madrugada del lunes. Además, dijo que se encuentra “bien”, pero con pocas ganas de volver a la zona. El joven, natural de A Pontenova (Lugo) y que estudia Arquitectura Técnica en la Universidade da Coruña, llegó en la madrugada de ayer a Madrid tras ser evacuado desde Roma por el consulado junto a otros 24 españoles, y luego se dirigió a Galicia, donde confiaba en llegar ayer para reunirse con sus familiares. Desde el pasado septiembre, Adrián Paz estudiaba con una beca Erasmus en una facultad de Rieti, una ciudad cercana a L’Aquila, donde residía junto a otros compañeros.

El terremoto le sorprendió junto a otro compañero de Cantabria cuando ambos se encontraban de camino a la estación de autobuses de L’Aquila, donde iban a coger un autobús para Roma y desde allí, vía aérea, regresar a España. “Nos cogió en plena calle, con las maletas, en un calle estrecha y donde las casas son viejas”, explicó a Europa Press Adrián Paz, quien añadió que su “primera reacción” y la de su compañero “fue echar a correr hacia una pequeña plaza”. “Todo fue muy rápido, la gente estaba en la calle gritando, en pijama”, afirmó.

Adrián, que siempre supo que esa era una región de seísmos, dijo que hace unos 10 días empezaron a registrarse en la zona pequeños temblores. “Hubo otro terremoto, de unos cuatro grados, entre el 29 y el 30 de marzo, por lo que la gente se empezó a poner algo nerviosa, había gente que dormía en sus coches e, incluso, hace tres o cuatro días, había unas mujeres durmiendo en una plaza”, describió. No obstante, dijo que las autoridades italianas “nunca comentaron nada” al respecto. “Sólo el día que hubo el terremoto de 4 grados alguna facultad suspendió las clases, pero advertencias no hubo”, agregó. Ahora, superado el “susto inicial”, dice que está “sin muchas ganas de volver” a Italia.

Por otra parte, el cónsul general en Nápoles, Luis Gómez de Aranda, viajará hoy al hospital de la región italiana de Abruzzo donde se halla ingresado con fractura en una pierna el joven español J.F. González, único que resultó herido en el terremoto. González, que se hallaba en la zona por “motivos personales”, estuvo en paradero desconocido hasta primera hora de ayer tarde, cuando fue registrado entre los heridos.