Mientras, los manifestantes tratan de perturbar la ceremonia de homenaje a los caídos prevista para esta mañana, previa a la apertura de la sesión del Consejo Atlántico.

Anoche, los líderes de la OTAN abordaron la cuestión del nombramiento del nuevo secretario general de la Alianza Atlántica, pero no lograron un acuerdo.

El portavoz oficial de la organización, James Appathurai, confirmó, tras la cena de los gobernantes aliados, que "no hay aún un consenso" entre los Veintiocho sobre el asunto.

"Se necesita más tiempo para consultas, mañana continuarán las deliberaciones", aseguraron otras fuentes conocedoras del debate.

El único aspirante que ha anunciado públicamente su candidatura es el primer ministro danés, Anders Fogh Rasmussen,

Rasmussen ha reunido el apoyo de los principales aliados, pero se enfrenta a las reservas del Gobierno turco, por su papel en la crisis de las caricaturas de Mahoma, entre otros motivos.

La cumbre de la OTAN dedica hoy su segunda y última sesión a perfilar las aportaciones civiles y militares de los aliados a la nueva estrategia del presidente estadounidense, Barack Obama, en Afganistán.

La jornada comenzará con un acto simbólico en el que los jefes de estado y de gobierno cruzarán el "Puente de Europa" desde Alemania a Francia, como muestra de la reconciliación tras la II Guerra Mundial y de la importancia de la Alianza para la seguridad del Viejo Continente.

Por este mismo motivo, los jefes de Estado y de Gobierno se han reunido en territorio francés (Estrasburgo) y alemán (Kehl y Baden-Baden).

Pero la discusión central del día será la respuesta a la presentación de Obama a los aliados su nueva estrategia para Afganistán y Pakistán, que tiene como eje la destrucción de la red Al Qaeda y la formación de las fuerzas afganas para que se hagan cargo de la seguridad de su país.

El presidente estadounidense, pedirá a los aliados que aumenten su contribución en Afganistán, donde EEUU enviará 21.000 militares más, en los próximos meses, que se sumarán a las 36.000 que tiene en la actualidad.

EEUU, sin embargo, ha dejado de poner el énfasis en pedir más soldados y ahora solicita con más insistencia contribuciones económicas o participación en la formación de las fuerzas de seguridad afganas y el desarrollo de las elecciones en ese país, previstas para el 20 de agosto.

Las respuestas por el momento han venido de Alemania, que va a mandar a 800 soldados (200 de ellos para las elecciones); de Italia, que destinará 500 de manera permanente y entre 200 y 250 sólo para los comicios, y de Polonia, que aportará entre 400 y 600.

España también estudia su aportación militar, de guardias civiles y de recursos financieros a la celebración de las elecciones presidenciales.