"Es un icono de la democracia, de los que amamos la militancia en la política. No he visto militante de las características de él, caminador como ninguno, conocedor del pueblo. El país pierde a un demócrata", señaló el ministro de Justicia argentino, Aníbal Fernández, quien pese a las diferencias de visión política, dijo haber labrado con Alfonsín una relación personal "muy linda".

Elisa Carrió, líder de la Coalición Cívica, principal fuerza opositora del país, consideró que Alfonsín marcó una bisagra histórica y "quedará marcado porque hizo política, no era producto de las encuestas y además tenía ética y el sentido épico, heroico de la política".

Para Gerardo Morales, presidente de la Unión Cívica Radical, el ex presidente lideró el último proyecto nacional que conoció el país" y fue "el mejor presidente de la democracia".

El peronista Eduardo Duhalde, presidente provisional entre 2002 y 2003, se mostró "conmovido" por la muerte de Alfonsín, de quien recordó el "servicio que le hizo a la patria en su peor momento, en el 2001, cuando convenció a los suyos de ayudar a salir del trance y que el país se recuperara".

"Es un pesar común el que sentimos con todo el pueblo argentino por la pérdida de quien dio ejemplo de lucha y de compromiso con el país", apuntó el ex presidente Fernando de la Rúa (1999-2001), también de la Unión Cívica Radical (UCR) como Alfonsín.

"Fue un hombre de principios republicanos que luchó toda su vida para defender la democracia, combinaba el respeto y el afecto de manera sencilla y cálida", agregó.

"La vida política esta formada por éxitos y contrariedades, tuvimos buenos y malos momentos, pero siempre con comprensión, fueron más las coincidencias", añadió De la Rúa, que recordó que Alfonsín tuvo la amabilidad de saludarle en su último cumpleaños.

Para el ex presidente Carlos Saúl Ménem, que sucedió a Alfonsín en el poder en 1989, el ex mandatario fue un "verdadero amigo, más que adversario político".

Según Ménem, una de las cosas que más dolió a Raúl Alfonsín cuando abandonó la presidencia fue la falta de una moneda fuerte en el país capaz de enfrentar la espiral de la inflación.

También el ex presidente brasileño José Sarney, expresó en declaraciones telefónicas a un canal local de televisión, su profunda "conmoción" por la muerte de Alfonsín, a quien se refirió como un "amigo, un gran estadista, con un coraje enorme" y "una de las figuras humanas mayores que he conocido".

El obispo católico Justo Laguna, que en la mañana de hoy le dio la extremaunción a Alfonsín, lo calificó como "un pro-hombre de la democracia argentina" que "soportó los dolores de su enfermedad con una serenidad extraordinaria".

Laguna recordó que Alfonsín fue uno de los impulsores de la paz con Chile por el diferendo por el canal del Beagle.

En el mismo sentido se pronunció el secretario general de la mutual judía AMIA, Julio Schlosser, que lamentó la pérdida de un "estadista, demócrata y defensor de las causas más importantes"