"Dos helicópteros de combate atacaron los escondites de los milicianos mientras las tropas se aproximaron con tanques para asegurar la zona", explicó Yehangir Jan Afridi, un alto funcionario de la región de Jiber.

Las autoridades paquistaníes suspendieron ayer el transporte de suministros a través de la frontera con Afganistán para permitir que el Ejército lanzase su ofensiva contra los insurgentes, quienes, durante varios meses, han estado intentando detener el flujo de suministros, destruyendo cientos de camiones y matando a varios conductores.

De momento no han dicho cuándo se reanudará el paso de vehículos por el paso de Jiber, que se extiende desde la ciudad de Peshawar, en el noroeste de Pakistán, hasta la localidad fronteriza de Torjam. Es un punto de suministro crucial para los más de 65.000 militares extranjeros que luchan contra los talibán y contra Al Qaeda en Afganistán. Las fuerzas de Estados Unidos, por ejemplo, reciben a través de Pakistán el 75 por ciento de sus suministros.