Los indocumentados, entre los que había cuarenta y cuatro mujeres -una de ellas embarazada-, fueron avistados a 56 millas al sur de Lampedusa y se encuentran en muy mal estado de salud, informaron hoy a Efe fuentes de la Policía italiana en la pequeña isla mediterránea.

"Han padecido frío, tienen sed, hambre y están en muy mal estado de salud", apuntaron las mismas fuentes, que precisaron que la barcaza en la que viajaban estas más de doscientas cincuenta personas tenía dieciocho metros de eslora.

Después de advertir su presencia, dos barcas de la Policía italiana salieron al encuentro de los inmigrantes y en ellas se repartieron los indocumentados: 196 viajaron en una y 57, aquellos que presentaban signos de un peor estado de salud, en otra.

Lampedusa vive desde las primeras horas del pasado 25 de diciembre un auténtico asedio de inmigrantes indocumentados que pretendían llegar a sus costas en cerca de una decena de precarias embarcaciones aprovechando las fiestas navideñas.

Este sábado sendas barcazas con 247 y 65 indocumentados respectivamente llegaron a las costas de la pequeña isla mediterránea, mientras que otra embarcación con una decena de personas fue interceptada a pocas millas de la localidad de Trapani, en el occidente de Sicilia.

El centro de primera acogida de Lampedusa se encontraba ayer desbordado por el elevado número de personas a las que tiene que dar cobijo -frente a las 800 de su capacidad-, por lo que las autoridades dispusieron dos aviones para llevar a parte de ellos a Sicilia y al sur de la península itálica.

El Gobierno italiano cree que este enorme flujo de indocumentados procede de Libia, por lo que este sábado pidió a las autoridades del país norteafricano que intensifiquen el control de los inmigrantes que parten de sus costas.

En base al acuerdo bilateral firmado hace unos meses, las autoridades italianas aseguran que a partir de enero comenzarán a patrullar las costas de Libia junto a las fuerzas de seguridad del país norteafricano para controlar el flujo de inmigrantes.