Desde que en julio de 2006 Fidel Castro, de 82 años, apareció por última vez en público, la revolución que comenzó como la de "los barbudos" se encuentra ante el interrogante de quién dirigirá el destino de Cuba cuando los históricos no estén.

Tras casi medio siglo en el poder, Fidel Castro abandonó la presidencia del país el 24 de febrero de 2008, pero sigue siendo el primer secretario del Partido Comunista de Cuba, según la Constitución cubana, "la fuerza dirigente superior de la sociedad y del Estado".

Así será al menos hasta el segundo semestre de 2009, cuando el Partido celebrará su sexto congreso, el primero en doce años, y designará a su nueva cúpula de dirección.

Fidel Castro se mantiene en el día a día de los cubanos con los artículos de "reflexiones" para seguir opinando de temas internacionales y en menos oportunidades nacionales.

Los escritos del comandante en jefe, que en enero se convirtió en el "compañero Fidel", siguen teniendo gran influencia en la línea política del gobierno y sus comentarios han generado no pocas especulaciones sobre la supuesta falta de sintonía con el presidente cubano, su hermano Raúl Castro.

El general Raúl Castro, de 77 años, fue designado por el líder cubano en julio de 2006 para cumplir con las tareas de presidente del país con carácter provisional hasta su nombramiento formal como jefe de Estado en febrero de 2008.

El todopoderoso ministro de las Fuerzas Armadas Revolucionarias, el único general de Ejército de Cuba, "el número dos" como se le conoce en la isla, pasó al primer plano tras pasar toda su vida a la sombra del jefe de la revolución.

Hoy todavía segundo secretario del Partido Comunista, título con el que sigue siendo presentado en medios oficiales incluso después de la asunción presidencial, Raúl Castro dirige la nave de la revolución acompañado por por algunos de los colaboradores que han estado junto a él durante décadas.

Figuras como el primer vicepresidente, José Ramón Machado Ventura, de 78 años, y los también vicepresidentes y generales Abelardo Colomé Ibarra (69) y Julio Casas Regueiro (72) estuvieron con él desde los años del II Frente Oriental, el que manejó Raúl Castro durante el alzamiento contra Fulgencio Batista.

El vicepresidente Juan Almeida, de 81 años encarna la épica de los comandantes de la revolución, una categoría honoraria que no tiene ni Raúl Castro y que sólo ostentan, además, el ministro de Informática, Ramiro Valdés, de 76 años, y Guillermo García Frías, de 80.

En la cúpula del Consejo de Estado, el órgano encargado del gobierno del país, únicamente el miembro del Buró Político del Partido Comunista Esteban Lazo, de 64 años, y el actual secretario del Comité Ejecutivo del Consejo de Ministros, Carlos Lage (57) no estuvieron entre los insurrectos.

José Ramón Machado Ventura, médico de profesión, acompañó al líder cubano, Fidel Castro, desde los años del alzamiento contra Batista y fue uno de sus más cercanos colaboradores.

Miembro del Buró Político del Comité Central y jefe del Departamento de Organización del Partido Comunista de Cuba desde hace más de quince años, Machado Ventura es uno de los pesos pesados en el seno de la organización política.

En 1960, fue nombrado ministro de Salud Pública, cargo que desempeñó hasta 1967; fue miembro fundador del Partido Comunista de Cuba, en 1965, y ese mismo año fue nombrado miembro del Comité Central del partido.

El general Julio Casas Regueiro, ministro de las Fuerzas Armadas desde la asunción presidencial de Raúl Castro, ha sido elogiado por este por sus dotes como administrador en una institución que en Cuba se extiende hasta al ámbito empresarial.

El general Abelador Colomé Ibarra, es otro de los colaboradores más cercanos de Raúl Castro. Miembro del Buró Político desde 1986, en él cayó la responsabilidad de asumir y depurar el Ministerio del Interior, en 1989, tras un escándalo de corrupción que le costó el cargo al general José Abrahantes.