La actual crisis económica ha llevado a numerosos expertos a afirmar que Wall Street ha dejado de ser el referente financiero mundial, y el último informe sobre "tendencias globales" del Consejo Nacional de Inteligencia de EEUU estima que en 2025 puede haber un mundo multipolar.

La euforia que se ha vivido en muchos países por la elección de Obama ha demostrado, sin embargo, que el 'sueño americano' sigue fascinando dentro y fuera de Estados Unidos.

En Francia, país supuestamente antiamericano, la 'Obamanía' hace estragos, mientras que en Berlín 200.000 personas aclamaron a Obama antes de las elecciones sin importarles que un político extranjero hiciera campaña en su país.

"Ya durante las primarias, norteamericanos que viajaron al extranjero se sorprendieron de que mucha gente supiera tanto o más que ellos sobre el proceso electoral estadounidense y de que lo estuvieran siguiendo con un intenso interés", comentó a Efe John Glenn, director de política exterior del German Marshall Fond.

Los ocho años de Presidencia Bush, que gran parte de la opinión pública percibió como desastrosos, el deseo de un cambio radical y el desasosiego ante la gravedad y la complejidad de los problemas globales explican en parte ese interés.

Pero la fascinación con lo que estaba ocurriendo en EEUU se debió también a la personalidad de Obama, al eficaz uso en su campaña de medios de comunicación global y al hecho de que conquistara la Casa Blanca teniendo una biografía tan poco convencional.

"En estas elecciones lo que se esperaba, tanto en Estados Unidos como fuera, era un cambio simbólico... y para encarnar ese cambio Obama era perfecto", comentó en declaraciones a Efe Björn Conrad, del Global Public Policy Institute.

Por ser el primer presidente negro de EEUU, Obama, dice Conrad, "es el símbolo de que todo es posible y merece la pena intentarlo".

Este mensaje es particularmente importante para África, el continente del padre de Obama.

El semanario "Jeune Afrique" contaba tras la victoria la emoción de "los negros despreciados y humillados", mientras "La revue pour l'intelligence du monde" escribía: "Planeta Obama, su elección abre las puertas de un nuevo mundo".

Jeune Afrique añadía: "Obama nos da el ejemplo de una liberación lograda con organización, con respeto a los demás y valorización propia y tomando en serio nuestra democracia y el buen gobierno...

Desde ahora los asuntos del mundo son asuntos nuestros".

La elección de Obama no sólo representa para África la asunción de una mayor responsabilidad global.

La Unión Europea, dijo a Efe el director general del Instituto demoscópico CSA, Stéphane Rozes, ha construido su identidad en los últimos años contra Washington y "ahora va a tener que construirla sobre bases positivas, sobre el contenido de un proyecto europeo".

Asimismo, la revista alemana "Der Spiegel" comentaba tras la elección: "Dicen que Obama es un hombre que sabe escuchar, pero eso sólo es una ventaja si los demás tienen algo que decir".

Con Obama, Europa seguramente deberá asumir más responsabilidades, por ejemplo en Afganistán.

"Era bastante fácil decirle que no a George Bush, será más difícil decir que no a Obama", advierte Glenn.

Por otra parte, la elección de un presidente negro y conciliador da esperanzas a muchos pueblos, pero pone en evidencia a las jerarquías de otros países con minorías de origen africano -como algunos latinoamericanos o Australia- donde las personas de su raza no han accedido aún a las más altas esferas del poder y eso quita argumentos contra Estados Unidos.

"Será más difícil argumentar que EEUU representa los intereses de una pequeña elite con mucho control", dice Glenn.

Entre los que perderán argumentos están los islamistas, a quienes resultará más difícil atacar a un presidente de EEUU cuyo segundo nombre es Hussein.

Rusia también ha mostrado cierto nerviosismo (anunciando el despliegue de misiles en las fronteras con la UE horas después de la victoria de Obama) ante la perspectiva de vérselas con un presidente de EEUU que evita de entrada el tono de la confrontación.

En cuanto a China, explica Conrad, que es experto en Asia, la reacción a la elección de Obama "ha sido menos emocional, porque su relación con América es menos emocional, y no necesariamente se entiende allí que pueda haber una diferencia (en las relaciones) dependiendo de quien gobierna en Washington".

Queda que, como escribió recientemente "Time", pese a la "euforia global... los no-americanos se darán cuenta pronto de que Obama ha sido elegido presidente de EEUU, no secretario general de la ONU", y que representará los intereses de su país, por mucho que quiera redimirlo ante el mundo.

Pero de momento Obama y la comunidad internacional viven una luna de miel.

"Al día siguiente de la elección -cuenta Glenn- hubo gente que me escribió para contarme lo felices que se sentían de poder volver a amar a América".