efe  Washington

La mayoría de los estadounidenses son optimistas sobre las medidas políticas que adoptará el presidente electo, Barack Obama, cuando llegue al poder el próximo 20 de enero, según una encuesta que publicó ayer el diario "The Washington Post". Según el sondeo, el 75 por ciento de los ciudadanos cree que el futuro gobernante debe poner en marcha medidas para reducir el calentamiento global, y el 77 por ciento opina que debe aplicar cambios drásticos en el sistema de salud. Asimismo, una amplia mayoría espera que Obama pondrá fin a la guerra en Irak y mejorará la imagen de Estados Unidos en el exterior.

Dos tercios de los estadounidenses creen que el presidente electo debe centrarse en primer lugar en la economía, algo que el que será el primer mandatario negro del país ya ha asegurado que será su prioridad absoluta.

Un 65 por ciento de los consultados declara su apoyo a un plan de estímulo económico similar al que Obama afirma que pondrá en marcha cuando llegue a la Casa Blanca, y que prevé la creación o conservación de cerca de tres millones de empleos e inversiones en infraestructura, nuevas tecnologías y fuentes alternativas de energía.

Sin embargo, el apoyo a Barack Obama, según revela la encuesta, se encuentra muy dividido en función de las simpatías políticas de los ciudadanos consultados.

Así, la mayoría de los demócratas y los independientes son partidarios de que el futuro presidente retire las tropas estadounidenses de Irak, mientras que la mayoría de los republicanos se opone a la idea.

Investigación

Una mayoría de los republicanos, igualmente, se opone a ampliar los fondos federales para la investigación con células madre procedentes de embriones, algo que la mitad de los independientes y la mayoría de los demócratas reclaman que el nuevo Gobierno haga de inmediato.

Más apoyo dan los republicanos a una moratoria en las ejecuciones de hipotecas. Barack Obama se ha mostrado muy crítico contra el Departamento del Tesoro de Estados Unidos por no haber destinado más fondos a ayudar a los propietarios de viviendas con problemas para hacer frente a sus pagos.

Un 52 por ciento de los republicanos y un 55 por ciento de los demócratas quieren que Obama establezca un periodo durante el cual los bancos no puedan ejecutar las hipotecas atrasadas.

Una promesa del presidente electo a la que los estadounidenses no parecen conceder demasiada premura es el cierre de la prisión en la base naval de Guantánamo.

Independientes y republicanos se muestran contrarios e incluso entre los demócratas, que sí favorecen la clausura, la mayoría opina que debe dejarse para más adelante.

Aumenta a tres millones su promesa de puestos de trabajo

El presidente electo de Estados Unidos, Barack Obama, que ayer anunció la creación de un grupo de trabajo para defender a la clase media, ha aumentado a tres millones sus objetivos para la creación o mantenimiento del empleo.

Obama, que se encuentra en Hawai, su estado natal, para pasar las vacaciones navideñas antes de tomar posesión de su cargo el 20 de enero, se había fijado inicialmente la meta de crear 2,5 millones de puestos de trabajo, según anunció el mes pasado. Sin embargo, según indicaron ayer fuentes demócratas, aumentó su objetivo a tres millones tras participar en una sesión informativa el pasado martes acerca de la situación de la economía estadounidense, en la que se concluyó que la recesión actual va a ser peor de lo que se creía.

A lo largo de 2009 se perderán cerca de cuatro millones de empleos en EE UU, según esas predicciones, y el índice de paro puede rondar el 9 por ciento de la población activa, frente al 6,7 actual. Obama instó entonces a sus asesores a pensar con "osadía" posibles soluciones.

Su vicepresidente, Joe Biden, declaró en una entrevista emitida ayer en la cadena ABC que la economía se encuentra "en mucho peor estado" de lo que se habían imaginado inicialmente.

El presidente electo ha comenzado a pergeñar con los líderes del Congreso, de mayoría demócrata, un plan de estímulo económico por una valor muy superior a lo pensado inicialmente y que podría rondar los 700.000 millones de dólares.