Grecia volvió a ser escenario ayer de nuevos disturbios coincidiendo con la huelga general y tras la estela de los registrados en los últimos cuatro días a raíz de la muerte de un adolescente por un disparo de un agente que habría sido finalmente accidental. Por su parte, el primer ministro, Costas Karamanlis, anunció un paquete de ayudas para aquellos empresarios que se han visto afectados por los disturbios. Los daños, sólo en Atenas, se estiman que superan los 50 millones de euros.

Por la mañana se habían registrado incidentes delante de la sede del Parlamento, donde se dirigieron los participantes de la manifestación convocada con motivo de la huelga general de ayer en protesta por la política económica del Gobierno. Los agentes apostados delante del edificio lanzaron gases lacrimógenos contra los manifestantes, que respondieron lanzando piedras y artefactos incendiarios.

Horas después se produjeron incidentes similares en el exterior de la Universidad Politécnica de Atenas, donde se han registrado los disturbios más graves desde los sucesos del sábado pasado. Los estudiantes fueron ayer los protagonistas de la mayoría de los enfrentamientos en distintos puntos de la capital, incluido el centro, donde nuevamente volvieron a romper ventanas y escaparates.

La muerte del joven Alexis Grigoropoulos se convirtió en una excusa tanto para los jóvenes como para otros sectores de la población para expresar su disconformidad con el Gobierno conservador de Karamanlis, que cuenta con una exigua mayoría de un escaño en el Parlamento y al que los sondeos colocan por detrás de la oposición.

Prueba de ello es la huelga general de 24 horas que se celebró ayer y que ya estaba prevista antes de los hechos del sábado pasado, con la que se pretende denunciar las privatizaciones, subidas de impuestos y la reforma de las pensiones introducidas por el Gobierno. "La participación en la huelga es total, el país se encuentra paralizado", afirmó Stathis Anestis, portavoz del sindicato GSEE, que convocó el paro, a la agencia Reuters.

Sólo en Atenas los daños ascienden a 200 millones de euros. "En Atenas, hay 565 tiendas que han sufrido graves daños o han quedado completamente destruidas", explicó su vicepresidente, Vassilis Krokidis.

Policías encarcelados

Por ahora, un fiscal griego ordenó el ingreso en prisión de dos policías en espera del juicio por el fallecimiento de Grigoropoulos, informaron fuentes oficiales citadas por Reuters.

Uno de los policías ha sido acusado de asesinato mientras que el otro lo ha sido de complicidad. "Se ha ordenado que ambos ingresen en prisión en espera del juicio", indicaron las fuentes. Los juicios en Grecia pueden tardar varios meses en iniciarse.

Mientras, el informe balístico sobre la muerte del adolescente reveló que éste falleció por una bala que rebotó contra algo antes de alcanzar su cuerpo, según anunció el abogado del policía imputado.