"Los cinco hemos llegado a un acuerdo para solicitar a la comisión una audiencia inmediata con el fin de anunciar nuestras confesiones (...) con nuestro más serio deseo al respecto sin estar bajo ningún tipo de presión, amenaza, intimidación o promesa de ninguna parte", reza el texto leído por el magistrado, coronel Steven Henley.

De este modo, según la nota, los cinco desean declarase culpables y retirar todas las mociones pendientes presentadas por sus abogados designados por el Ejército, en los que no confían y han intentado destituir. El sorprendente gesto de los cinco imputados se produce mientras el Ejército estadounidense reanuda hoy los juicios previos en la base naval de Guantánamo para los acusados de orquestar los atentados del 11 de septiembre de 2001.

Las audiencias siguieron adelante como estaba previsto, pese a que el cambio de Administración en Estados Unidos hace poco probable que los juicios a los imputados se celebren en la base. Así, según una informaciónd e la BBC, recogida por otr/press, por primera vez, nueve familiares de las víctimas del atentado volaron a Cuba en aviones militares estadounidenses para seguir hoy las vistas previas al juicio.

El presidente electo, Barack Obama, que asumirá el cargo el 20 de enero, ha prometido cerrar el centro de detención de Guantánamo en el que se encuentran presos unas 250 personas y juzgar a estos detenidos en tribunales civiles ordinarios o en cortes marciales y no en el tribunal especial en Guantánamo creado por la Administración Bush.