Los policías fallecidos regresaban a su comisaría después de acudir a un banco que había sido objetivo rebelde en la capital estatal, Ranchi. Más de 40 rebeldes tendieron una emboscada al todoterreno policial desde un bosque, según un portavoz policial.

Los tiroteos tuvieron lugar en un centro maoísta donde, el pasado mes de mayo, los rebeldes robaron más de un millón de dólares (unos 800.000 euros) y tres kilos de otro después de secuestrar un furgón que iba a entregar su contenido al banco.

Los rebeldes maoístas alegan que luchan por los derechos de los granjeros pobres y labradores sin tierra en una insurgencia que comenzó a finales de la década de 1960.