Esta decisión sin precedentes significa que la oposición al gobierno conservador no podrá plantear el próximo lunes, como había anunciado, la moción de censura para derribar a Harper y sustituirle con una coalición de liberales y socialdemócratas.

Inmediatamente tras el anuncio de suspensión del Parlamento, los tres grupos de la oposición (Partido Liberal, el socialdemócrata NDP y el independentista Bloque Quebequés) lamentaron la decisión de Harper y repitieron de forma unánime que el líder conservador ha perdido la confianza del Parlamento.

Tras reunirse con la Gobernadora General, que ejerce como Jefa de Estado en representación de la Reina de Inglaterra, Harper anunció que "el Parlamento reanudará sus sesiones el 26 de enero" y que al día siguiente el Gobierno presentará los presupuestos generales del Estado con un importante paquete de estímulo económico.

Los partidos de la oposición firmaron el lunes un acuerdo para derribar a Harper después de que su Gobierno presentase una plan presupuestario que no incluía ningún estimulo económico.

Harper también dijo que la suspensión del Parlamento permitirá que el Gobierno "se concentre en la economía".

El líder de la oposición, el liberal Stéphane Dion, quien aspiraba a convertirse primer ministro con la moción de censura contra Harper, afirmó que aunque respeta la decisión de la Gobernadora General, dijo que el gobernante ha "huido".

Dion calificó al situación como de una gran gravedad. "Por primera vez en Canadá, un primer ministro ha huido del Parlamento".

El líder del NDP, Jack Layton, se expresó en términos similares y afirmó que hoy "es un día triste para la democracia parlamentaria".

Layton añadió que no tiene "confianza en el gobierno de Harper" y que el primer ministro "se niega a encarar los representantes del pueblo canadiense".

Por su parte, el líder del BQ, Gilles Duceppe, calificó la decisión de suspender el Parlamento de "acción inmoral" y dijo que "estamos determinados a cumplir nuestro mandato y que Québec se libre de Harper y su gobierno".