Los dos países continuaron hoy midiendo sus desacuerdos, en una escalada de tensión en la que mañana intervendrá la secretaria de Estado norteamericana, Condoleezza Rice, que se desplaza a Nueva Delhi y, según versiones sin confirmar, también a Islamabad.

"La comunidad internacional nos apoya, incluido el nuevo presidente electo de Estados Unidos, Barack Obama", proclamó el ministro de Exteriores indio, Pranab Mukherjee, tras observar que su país está a la espera de la respuesta paquistaní a sus demandas.

"Nadie está hablando de una acción militar", tranquilizó el ministro, en declaraciones a periodistas durante la inauguración del Foro India-Países Árabes, según las agencias indias.

Su Gobierno había convocado anoche al embajador paquistaní en la India, Shahid Malik, para entregarle una protesta formal por la implicación de "elementos de Pakistán" en los atentados de Bombay.

A través de Malik, las autoridades indias exigieron a Pakistán "acciones contundentes" contra esos elementos y pidieron la entrega de una veintena de "fugitivos según las leyes indias que se han asentado en Pakistán", dijo hoy Mukherjee.

Entre los "fugitivos" demandados por la India está el gángster presuntamente responsable de los atentados de Bombay de 1993, Dawud Ibrahim, y los líderes de los grupos cachemires Lashkar-e-Toiba (LeT), Mohamed Said, y de Jaish-e-Mohamad (JeM), Masud Azhar.

"Hicimos la petición el lunes. Estamos esperando una respuesta de Pakistán", dijo Mukherjee, que añadió: "lo que se vaya a hacer, el tiempo lo dirá".

Sin reaccionar todavía a esa petición concreta, su homólogo paquistaní, Shah Mehmud Qureshi, ofreció hoy a la India la creación de una comisión conjunta para investigar los atentados de Bombay, pero insistió en que su vecino no acuse sin fundamento a Pakistán.

La nacionalidad paquistaní de los terroristas y su supuesta pertenencia a Lashkar-e-Toiba (un grupo que lucha por la anexión de Cachemira a Pakistán y tiene base en este país) han llevado a los medios indios a señalar como responsable a la Administración paquistaní, lo que este país "refuta firmemente", según Qureshi.

Según la investigación, un comando terrorista zarpó de la ciudad portuaria paquistaní de Karachi y desde allí navegó frente a las costas indias hasta alcanzar la urbe de Bombay y lanzar sus tremendos ataques, que dejaron 188 muertos la semana pasada.

En un comunicado, Qureshi dijo haber trasladado su propuesta de investigación conjunta a un grupo de diplomáticos en Islamabad, ante quienes reiteró la intención de su Gobierno de cooperar para "llevar ante la justicia a quienes perpetraron ese atroz acto terrorista".

La comisión conjunta propuesta por Pakistán, según Qureshi, estaría presidida por los consejeros de seguridad nacional de ambos países y se reuniría "lo antes posible para intercambiar información" sobre el atentado.

Para esa cooperación, Qureshi mencionó la necesidad de que ambos países eviten caer en el "juego de acusaciones y propaganda hostil", que beneficiará a los terroristas.

Lo que deben hacer India y Pakistán, dijo el ministro paquistaní, es continuar con el proceso de diálogo que iniciaron en 2004, que a su juicio está sirviendo para realizar "progresos significativos" en el refuerzo de la confianza mutua.

De hecho, Qureshi se había reunido en la India con Mukherjee poco antes del inicio de los ataques de Bombay, que lo obligaron a acortar su visita oficial.

Y aunque Mukherjee descartó el recurso a la acción militar, Qureshi garantizó casi al mismo tiempo en un discurso televisado a la nación que el Ejército paquistaní es "completamente capaz" de defender sus fronteras.