El foro MEDays, que se celebra en Tánger como banco de ideas para la Unión por el Mediterráneo (UPM), dejó en evidencia que la situación no ha cambiado mucho tras la reunión de Annapolis (EEUU), que sentó las bases para un acuerdo de paz antes del final de 2008.

Los representantes árabes -el embajador palestino en Rabat, Hasan Abderrahmane, y el representante de la Liga Árabe Naciri Mohamed el Fatah- acusaron a Israel de haber faltado a las promesas que hicieron en la ciudad estadounidense.

"Si observamos la situación sobre el terreno, vemos que todas las promesas israelíes se han incumplido. Mientras en las mesas de diálogo y foros como éste vemos una actitud, la realidad en Palestina es muy diferente", dijo Abderrahman.

El embajador palestino, que habló en nombre del jefe de los negociadores palestinos, Saeb Erekat, quien excusó su presencia en el último momento, se refirió al "aumento de barricadas y asentamientos" y al "sitio de Gaza" como pruebas de la escasa voluntad israelí.

"Hay que decirle a Israel que la paz no es sólo un eslogan", sentenció Abderrahman ante el aplauso de muchos de los asistentes.

Por su parte, el director general de Asuntos Exteriores israelí, Aharon Abramowitz, rechazó estos ataques y argumentó que su país pretende conseguir la seguridad antes de avanzar.

Abramowitz recordó que en el año que ha transcurrido desde Annapolis se han celebrado 251 reuniones a diferentes niveles entre israelíes y palestinos y que se han invertido "muchos esfuerzos" en las negociaciones.

Al mismo tiempo, el israelí acusó a los países árabes de no haber hecho lo suficiente para apoyar el diálogo.

"Necesitamos un apoyo activo de los árabes a (el presidente de la Autoridad Nacional Palestina) Abu Mazen y el compromiso de que apoyarán los avances alcanzados y de que no permitirán a Hamas hacerse con el control", señaló.

El representante de la Liga Árabe desmintió tajantemente las palabras de su interlocutor, y aseguró que los países que componen esta institución propusieron una iniciativa en 2002 -aprobada en una cumbre en Arabia Saudí- a la que Israel no ha respondido.

Según El Fatah, las soluciones para resolver el conflicto con Israel "ya se conocen", como se demostró durante la presidencia en EEUU de Bill Clinton (1992-2000), por lo que falta que la comunidad internacional, especialmente este país y la Unión Europea pongan todo su peso en las negociaciones.

"¿Normalización? Sí, pero a un precio", resumió Fatah la posición de los países árabes.

Entre acusaciones, pocos se acordaron del motivo que les reunía hoy en Tánger: la Unión por el Mediterráneo, el primer organismo regional que agrupa a israelíes y árabes bajo el mismo paraguas.

El ex ministro israelí de Asuntos Exteriores Shlomo Ben Ami, uno de los pocos que profundizó sobre la UPM, se preguntó si esta nueva institución podrá ayudar a construir un espacio de diálogo y confianza entre ambas partes.

Ben Ami evocó al economista John Maynard Keynes, cuando éste, tras la I Guerra Mundial, dejó escrito que la paz se hace también a través de la economía, para recordar la importancia de abrir nuevos cauces de relación con los países árabes.