Rudy Esquivel, portavoz de la Dirección General del Sistema Penitenciario, dijo a Efe que el enfrentamiento, ocurrido en la cárcel de Pavocinto, a unos 35 kilómetros al este de la capital, fue protagonizado por integrantes de pandillas de delincuentes juveniles rivales.

"El enfrentamiento se debió a la oposición de un grupo de pandilleros recluidos en el sector conocido como Alaska, a que otros reos, integrantes de una pandilla rival, fueran recluidos en esta misma cárcel", explicó Esquivel.

El funcionarios señaló que cinco de los muertos aún no han sido identificados porque "fueron decapitados y luego quemados".

Un sexto preso murió de varios disparos al intentar huir de sus agresores y otro más falleció a consecuencia de sus heridas, tras ingresar en un hospital público a donde fue trasladado por los socorristas.

Otros diez reos que resultaron con heridas de bala y de arma blanca también fueron trasladados a un centro asistencial público.

Los presos "utilizaron armas de fuego automáticas, cuchillos y gasolina para realizar el ataque", aseguró a Efe un oficial de la Policía Nacional Civil (PNC).

Dos agentes del servicio de seguridad del Sistema Penitenciario que intentaron detener el enfrentamiento, que comenzó a primera hora de la mañana, también resultaron con heridas de gravedad.

Después de cinco horas de caos, agentes antidisturbios de la PNC, con el apoyo del Ejército, y acompañados de Fiscales del Ministerio Público, ingresaron a la prisión, tomaron el control e iniciaron una requisa en busca de las armas de fuego que fueron utilizadas durante el enfrentamiento.

El traslado de reos a diferentes cárceles del país, iniciado esta semana por las autoridades penitenciarias como parte de un proceso de reestructuración, ha provocado protestas de los reclusos, que alegan violación a sus derechos humanos.