Según la cadena, que cita como fuente a altos funcionarios no identificados de Israel, el monarca jordano expresó a sus interlocutores su preocupación por la inestabilidad que crearía en su reino una operación militar israelí de envergadura en la franja.

Jordania es un país en el que dos terceras partes de la población es de origen palestino y donde el bloqueo israelí y la actual espiral de violencia en Gaza suscitan fuerte rechazo popular.

El Ejército de Israel y milicianos de la franja palestina, bajo control del movimiento islamista Hamás, mantienen desde hace dos semanas un fuerte intercambio de fuego que hace peligrar la tregua que ambas partes acordaron en junio pasado y que concluye en diciembre.

La escalada se inició el pasado día 4, cuando, coincidiendo con la elección de Barak Obama como nuevo presidente de Estados Unidos, el Ejército israelí lanzó un ataque con el que violó ese alto el fuego y que costó la vida a seis milicianos en Gaza.

Desde entonces, los ataques israelíes han matado a una quincena de activistas de la franja palestina, donde los grupos armados han respondido con el lanzamiento de más de 150 cohetes artesanales a territorio israelí, sin causar víctimas.

La espiral de violencia ha ido acompañada de un recrudecimiento del bloqueo de Gaza, donde Israel no permite la entrada de ningún tipo de abastecimiento de primera necesidad, lo que ha motivado la condena de grupos de defensa de los derechos humanos.