La ministra de Defensa, Carme Chacón, justificó ayer la presencia militar española en Afganistán porque el país asiático se convirtió en 2001 en "base de operaciones de Al Qaeda" y los talibán declararon "la guerra al mundo civilizado" que fue golpeado desde entonces con los atentados del 11 de septiembre en Estados Unidos, los ataques en Yerba, Bali, Riad, Casablanca, Estambul, Londres y el "vil" atentado del 11 de marzo en Madrid.

En su comparecencia para defender en el Pleno del Congreso los presupuestos de su Departamento, Chacón explicó que el 11 de septiembre de 2001 el régimen talibán "había declarado la guerra al mundo civilizado" y a todos los que no estaban dispuestos a someterse "a los dictados de su terror" y que, por ese motivo, España envió tropas a ese país, "convertido en base de operaciones de Al Qaeda".

La ministra afirmó que ese país que albergaba a la red terrorista liderada por Bin Laden "irrumpió con brutalidad" en las vidas occidentales y asestó "su primer gran golpe" en nueva York y Washington, seguido por ataques en Yerba, Riad, Casablanca, Estambul, Londres y el "vil atentado" de Madrid el 11 de marzo de 2004.

Alto precio

La responsable política de los ejércitos aseguró que España ha pagado "un alto precio en vidas humanas civiles y militares" en esa "ofensiva feroz" y destacó el "valor y heroísmo" de los dos últimos militares fallecidos en Herat, el cabo Rubén Alonso Ríos y el brigada Juan Andres Suárez y Rubén.

Aseguró que ambos han sido reconocidos en el ámbito militar, con la máxima condecoración posible, la cruz con distintivo rojo, y en el político, con el "consenso y unidad" de los partidos políticos en el "aliento y apoyo" a las Fuerzas Armadas españolas.

Chacón explicó que los tres militares heridos leves en el ataque del domingo en Herat evolucionan favorablemente en Galicia o han sido dados de alta, y que el más grave de los heridos, el cabo Antonio Cures García, "probablemente" será trasladado esta noche (por ayer) a la base alemana de Ramnstein, en la que estará atendido por un médico español hasta que regrese a territorio nacional.

Todos los portavoces parlamentarios manifestaron su pésame y sus condolencias por el fallecimiento de los dos militares españoles en Afganistán y desearon una pronta recuperación a los soldados que resultaron heridos en el ataque.

Por parte del PP, el diputado Arsenio Fernández de Mesa reclamó a la ministra que, además de las condecoraciones, conceda a los dos fallecidos el ascenso honorífico a título póstumo para evitar así el trámite largo y complejo que deben realizar los Cuarteles Generales para conseguir ese reconocimiento.

Por su lado, el diputado de IU Gaspar Llamazares expresó la "discrepancia política" de su formación con la misión española en Afganistán y recalcó que esa divergencia ha aumentado ahora por la "confusión" entre la operación Libertad Duradera y la Fuerza Internacional de Asistencia a la Seguridad (ISAF), en la que se encuadran las tropas española.

Llamazares criticó a la ministra de Defensa por sostener que la misión española va contra el terrorismo y aseguró que esa postura, que "jamás" había sido defendida en el Congreso por el Ejecutivo, evidencia la "confusión" del Gobierno en cuanto a los objetivos que persigue la presencia militar española en Afganistán, hasta ahora basada en la reconstrucción.

El diputado incidió en que Izquierda Unida rechaza la concepción anglosajona de que el terrorismo se vence con "la lucha militar" y considera que insistir en una "estrategia militar" supone "empecinarse en el error", por lo que reclamó una "estrategia política" que conlleva la retirada de las tropas