El Gobierno francés anunció ayer la detención de diez personas, presuntamente de un grupo de "ultraizquierda", por los actos de sabotaje registrados durante últimos días contra la compañía nacional de ferrocarriles que causaron grandes retrasos en varias líneas.

Estos datos los difundió la ministra francesa del Interior, Michéle Alliot-Marie, en una rueda de prensa junto al presidente de la compañía de ferrocarriles (SNCF), Guillaume Pepy.

Tras recordar que cuando asumió la cartera del Ministerio del Interior alertó del riesgo de "un resurgimiento de la extrema izquierda", la ministra precisó que los arrestados están vinculados con un movimiento anarquista y que ninguno de ellos trabaja en la SNCF.

De acuerdo con las investigaciones, que el presidente de la compañía señaló que no hay "vínculos" entre los sabotajes y el personal de la compañía, aseguró Pepy.

Tras declararse aliviado por el hecho de que no haya ningún trabajador implicado, dijo que "hay más de un millón de personas en Francia que se interesan por el ferrocarril" y que, por lo tanto, no es extraño que los saboteadores tengan los conocimientos necesarios para bloquear las catenarias.