Entre los fallecidos hay varios militares y trabajadores de los astilleros. "Más de 20 personas murieron en el submarino en el Pacífico durante unas pruebas rutinarias en las que falló uno de los sistemas de extinción de incendios", aclaró el portavoz. "El reactor del submarino funciona adecuadamente y los niveles de radiación en el barco son normales", agregó.

El 'Admiral Tributs', se encargó de trasladar a las víctimas y los heridos hacia el puerto, así como de proporcionar toda la ayuda necesaria para su rescate. Las autoridades temen que el número de víctimas pueda aumentar.

La marina rusa ha sufrido un considerable número de accidentes fatales, como la pérdida del submarino nuclear Kursk en agosto de 2000, en el que murieron los 118 marineros que iban a bordo.