El bombardeo tuvo lugar anoche en el distrito de Ghormach, fronterizo con Turkmenistán, y acabó con la vida de siete civiles y doce insurgentes, aseguró a Efe por teléfono el jefe distrital, Abdullah Khan.

Sin embargo, el jefe del Consejo provincial, Dawlat Osmani, elevó a 30 los civiles fallecidos, a resultas del derrumbe de sus casas durante el bombardeo, registrado en un área remota de la provincia.

En un comunicado, la comandancia de EEUU en Afganistán dijo haber tenido noticias de "posibles bajas civiles" en la provincia, apenas 48 horas después de otro bombardeo que acabó con la vida de 40 civiles en la sureña Kandahar.

Las tropas de la coalición estadounidense sufrieron el miércoles una emboscada insurgente mientras llevaban a cabo una patrulla de control en el distrito de Ghormach, según la versión de la comandancia, que no hizo mención del bombardeo.

"No conocemos todos los hechos en este momento pero investigaremos la situación hasta dar con la verdad. Nos tomamos muy en serio la responsabilidad de proteger al pueblo de Afganistán", aseguró en la nota el portavoz Greg Julian.

Julian afirmó que la comandancia ha iniciado contactos con personal de los ministerios afganos de Defensa e Interior para participar en una investigación conjunta.

"Si descubrimos que gente inocente ha muerto en este incidente, nos disculpamos y expresamos nuestras sinceras condolencias a las familias y al pueblo de Afganistán", añadió.

El suceso llega apenas dos días después de la muerte de 40 personas, incluidas mujeres y niños, en otro bombardeo estadounidense ocurrido el pasado lunes en el pueblo de Wech Baghtu, situado en la sureña provincia de Kandahar, según denunció ayer la Presidencia afgana.

Las víctimas celebraban una boda cuando el municipio fue bombardeado.

Las bajas civiles son una de las grandes preocupaciones del presidente afgano, Hamid Karzai, quien volvió a reclamar su cese el miércoles, con motivo de su mensaje de felicitación al vencedor de las elecciones en EEUU, Barack Obama.

Según datos de la ACNUR, en los ocho primeros meses de este año murieron casi 1.500 civiles víctimas de la violencia en el país.

EEUU comanda en Afganistán una coalición que cumple la misión antiterrorista "Libertad Duradera" y cuenta con una mayoría de soldados estadounidenses (unos 15.000).

Además, la OTAN tiene desplegados unos 48.000 miembros de la Fuerza de Asistencia para la Seguridad (ISAF), 18.000 de ellos norteamericanos, que tienen mandato de la ONU.