Kiwanja, una localidad de alrededor de 12.000 habitantes, se encontraba hoy desierta debido a los combates. Toda su población había huido hacia Rutshuru, la ciudad más cercana, por cuya carretera aún caminan hoy cientos de personas que tratan de alcanzar un lugar seguro.

Según dijo hoy a Efe en Kiwanja el "capitán Idriss", que manda las fuerzas del CNDP en la localidad, en los combates ocurridos en el pueblo los dos días pasados se registraron medio centenar de muertos, todos ellos de la milicia mai-mai, mientras los rebeldes no sufrieron bajas.

Sin embargo, un oficial de la Misión de la ONU para Congo (MONUC), que pidió que no se revelara su identidad, dijo a Efe que en total los muertos podrán ser alrededor de 180, la mayoría civiles y el resto milicianos mai-mai y rebeldes del CNDP.

Un vecino de la localidad, Jean Paul Kitaki, señaló a Efe que la violencia se inició el martes, "cuando vinieron los mai-mai, robaron y dispararon, y luego vinieron los rebeldes, y también robaron y dispararon. Todos cometen asesinatos".

En una reunión en el centro de la localidad, "el capitán Idriss" trató de convencer a varios vecinos de que la situación ya está calmada y pueden regresar a la localidad, pero Kitaki indicó que "la gente no se fía de ninguno y no quiere volver".

Hoy, dos vehículos blindados de la ONU, que tiene una de sus bases en las afueras de Kiwanja, patrullaban las calles de la población, cuyas casas se encuentran desiertas y en cuyas calles se ven sólo guerrilleros del CNDP.

En Rutshuru, el Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados ha señalado que los campos de desplazados situados en los alrededores de la ciudad también fueron desalojados por los rebeldes del CNDP, que destruyeron sus instalaciones, por lo que hay decenas de mies de personas vagando en la región en situación desesperada.

Los combates entre los rebeldes tutsis que encabeza Laurent Nkunda y tropas gubernamentales de la RDC se reanudaron el pasado agosto y, en las dos últimas semanas, los rebeldes han llevado a cabo una ofensiva en la que han ocupado gran parte de la provincia oriental de Kivu Norte.

El pasado 29 de octubre, tras alcanzar las puertas de Goma, la capital de la provincia de Kivu Norte, los rebeldes del CNDP declararon un alto el fuego unilateral y Nkunda reclamó unas negociaciones directas con el Gobierno de Kinshasa, que encabeza el presidente Joseph Kabila.

El Gobierno se ha negado a negociar directamente con Nkunda, que ha amenazado con llevar la guerra hasta Kinshasa y derrocar al régimen de Kabila y ha afirmado que conversará sólo en el marco de los acuerdos de paz firmados en noviembre y enero pasados.

Desde que se reanudaron las hostilidades en el este de la RDC en agosto pasado, unas 250.000 personas se han visto desplazadas de sus casas en la zona, 100.000 de ellas durante la ofensiva del CNDP de las dos últimas semanas.

De los alrededor de 6 millones de habitantes que hay en la provincia congoleña de Kivu Norte, se calcula que una quinta parte, unos 250.000, viven desplazados y en una situación desesperada, que se ha agravado en estas últimas semanas.