La ventaja del candidato presidencial republicano, John McCain, en Arizona se ha recortado a sólo dos puntos, según las encuestas, lo que arroja una sombra de duda sobre la victoria del senador en su propio estado. De acuerdo con la última encuesta de la Universidad del Estado de Arizona (ASU), McCain tiene el 46 por ciento de los votos a su favor, frente a un 44 por ciento de Obama. Este resultado es un empate virtual, dado que el margen de error de la encuesta es de 3 puntos.

Otro sondeo de Research 2000 indica que McCain tiene un 48 por ciento de la intención de voto del estado mientras Obama cuenta con un 47 por ciento. Es decir, se produciría otro empate técnico.

Además, según este último sondeo, en un potencial enfrentamiento en las urnas de la actual Gobernadora Janet Napolitano con McCain en el 2010, ella ganaría por 53 contra 45 por ciento.

La campaña de Obama está dispuesta a utilizar este tirón que marcan los sondeos y ayer mismo lanzó un nuevo esfuerzo de anuncios publicitarios en el estado para tratar de asegurarse la victoria.

El mes pasado la diferencia que tenía el senador de Arizona con el de Illinois era de 7 puntos.

"Estas cifras son una verdadera sorpresa para nosotros, nos muestran que el senador McCain está perdiendo popularidad inclusive en su propio estado", dijo Rodolfo Espino, analista político y profesor del Departamento de Ciencias Políticas de la ASU.

En su opinión, una de las causas por las que el candidato republicano pierde terreno en Arizona es el mal estado de la economía, algo que preocupa a la mayoría del electorado en todo el país.

Margen reducido

"Esta última encuesta nos dice que existe una leve posibilidad de que McCain pudiera perder su propio estado, pero al final yo creo que ganará Arizona, aunque quizás con un margen muy reducido", dijo Espino.

Manifestó que otras de las razones por las que el apoyo hacia McCain ha disminuido en Arizona es el gran número de nuevos votantes que participan este año en las elecciones.

Entre ellos destacan los jóvenes que se registran por primera vez, y que predominantemente se inscriben como demócratas o independientes, así como los hispanos que acaban de obtener la ciudadanía.

Este factor podría ser más determinante en el sur de Arizona en ciudades como Tucson, donde de acuerdo a Espino, los votantes son más liberales y tienden a favorecer al partido demócrata.

"Si alguien me hubiera preguntado antes si el factor del voto latino en Arizona iba a ser importante en la contienda presidencial, hubiera dicho que no", indicó el experto.

Pero ahora, agrega, "el que la distancia entre ambos sea menor de un cinco por ciento, lo cambia todo. Los latinos representan cerca del 20 por ciento del electorados en Arizona, por lo que podrían ser la diferencia el cuatro de noviembre", puntualizó el analista.

Aunque no hay cifras exactas sobre el voto latino en Arizona y cómo favorece a cada candidato, Espino considera que podría encontrarse al mismo nivel de Nuevo México, Nevada y Colorado, donde de acuerdo a algunas encuestas, el 70 por ciento del voto latino favorece al candidato demócrata.

En el 2002, la Gobernadora de Arizona, Janet Napolitano, hizo historia al ser elegida a pesar de pertenecer al Partido Demócrata, en un estado eminentemente republicano. En el 2006 fue reelegida.

"El tema de una reforma migratoria también le ha costado algunos puntos al senador McCain, sobre todo con los miembros más conservadores de su partido", agregó Espino.

Por su parte, Hessy Fernández, portavoz de la campaña de McCain, aseguró a la agencia Efe que no están preocupados por los resultados de la última encuesta.

"La única encuesta que importa es la del 4 de noviembre, cuando el senador McCain sea elegido presidente de Estados Unidos", aseguró Fernández.

Indicó que el largo historial de servicio del senador McCain al pueblo de Arizona y de los Estados Unidos tendrá peso en las urnas. "McCain tiene la experiencia y todas las cualidades necesarias para ser elegido presidente", agregó.

El senador republicano llegará el próximo día 4 a Fénix, en Arizona, donde votará y esperará los resultados de la elección en una fiesta que se prepara en el Hotel Biltmore, el mismo en el que se casó en 1980 con su esposa, Cindy.

John McCain ha recurrido, en la recta final de la campaña al gobernador de California, Arnold Schwarzenegger, y al ex alcalde de Nueva York Rudolph Giuliani, para que participen en varios actos de campaña en Ohio, uno de los estados que el senador necesita para ganar las elecciones.