La Unión Europea celebró ayer la extradición a La Haya del presunto criminal de guerra serbobosnio Radovan Karadzic, por ser una "etapa importante" en el acercamiento europeo de Serbia. Sin embargo, la Unión también instó a Belgrado a "continuar por ese camino" y detener al general Ratko Mladic y a Goran Hadziz.

El juicio de Karadzic, acusado de genocidio, crímenes contra la Humanidad y crímenes de guerra, "contribuirá a mostrar la verdad y responderá al deber de justicia ante las víctimas y sus familias", indicó la presidencia francesa de la UE en un comunicado difundido en nombre de los Veintisiete.

"La detención por parte de las autoridades serbias de Radovan Karadzic y su posterior extradición constituyen una etapa importante en el proceso de reconciliación de los Balcanes occidentales y en el acercamiento europeo de Serbia", continúa la nota.

No obstante, la UE emplazó a Belgrado a "continuar por ese camino", de modo que "localice y transfiera a La Haya a los dos últimos imputados aún huidos": Mladic, ex jefe militar de los serbobosnios durante la guerra, y Hahziz, antiguo líder de los serbios de Croacia durante el conflicto de 1991.

Finalmente, la presidencia francesa de la UE reiteró en el comunicado el apoyo de la UE al TPIY por "la acción esencial y ejemplar que lleva a cabo al servicio de la Justicia internacional".

Las autoridades serbias han ofre cido un millón de euros de recompensa por la captura de Mladic, condición necesaria para que Serbia pueda firmar un Acuerdo de Estabilización y Asociación con la UE, primer paso para la adhesión a la UE.

La Presidencia francesa expresó además el apoyo de la UE al TPIY por un "trabajo esencial y ejemplar que pone al servicio de la justicia internacional.