Al menos 16 jóvenes fallecieron hoy tras derrumbarse su residencia en la localidad de Balcilar, en el centro de Turquía. Además, un mínimo de 22 personas resultaron heridas, cinco de ellas de gravedad, y una decena permanecen desaparecidas entre los escombros. El siniestro probablemente se produjo por una explosión de gas, según informó el alcalde de la localidad, Abdulbaki Acet, cuando en la escuela coránica femenina se encontraban durmiendo entre 45 y 50 niñas, con edades comprendidas entre los ocho y los 16 años.

La explosión se produjo sobre las cinco de la madrugada, hora local, por lo que la mayoría de las niñas se encontraba en la residencia. El edificio de tres plantas se encontraba en un área remota a unos 160 kilómetros de la capital de la provincia, Konya, y a unos 20 kilómetros del centro urbano, por lo que las ambulancias tardaron bastante en llegar a la zona del siniestro, según informaron diversos testigos a cadenas locales.

Además de las al menos 16 fallecidas y los 22 heridos, de los que cinco se encuentran en estado crítico, existen entre diez y quince personas que se encuentran atrapadas bajo los escombros. Tres de ellas se encuentran con vida, pues los equipos de rescate lograron establecer comunicación con ellas. Además, otras tres fueron rescatadas con vida de entre los restos del edificio. A la zona, además de numerosos equipos de rescate, se trasladaron una gran cantidad de voluntarios, con ganas de ayudar en el rescate.

Posible explosión de gas

Merve Avci, una estudiante de trece años que resultó herida leve, indicó a la prensa que olió el gas que subía por las escaleras hasta los pisos superiores y luego sintió la explosión. "Me encontraba en la parte del edificio que no se vino abajo con cinco de mis amigas inmediatamente después de la explosión y sentimos cómo las llamas subían por las escaleras hasta los pisos superiores", relató. "Antes de la explosión escuché a uno de nuestros profesores que decía que la conducción del gas no estaba enganchada en el sitio correcto en la cocina", añadió Avci.

"Pensamos que el derrumbamiento fue causado por la explosión de una bombona de gas en el edificio, dadas las quemaduras de los heridos", indicó un responsable de los servicios sanitarios de Konya a la agencia de noticia turca Anatolia. Desde la agencia turca también confirmaron que el edificio pertenecía a una fundación religiosa privada, que realizaba cursos de verano para que los jóvenes estudiasen el Corán, y que son similares a los campamentos de verano que llevan a cabo las catequesis católicas españolas.