El primer ministro británico, Gordon Brown, y el aspirante demócrata a la presidencia de EE UU, Barack Obama, coincidieron ayer en la necesidad de reforzar las relaciones transatlánticas para afrontar con eficacia los problemas que afectan al mundo.

Tras su reunión con el jefe del Gobierno, en la residencia oficial de Downing Street, Obama hizo unas declaraciones a los periodistas congregados en las que calificó su entrevista con el "premier" de "maravillosa" y "estupenda".

Según Obama, Brown y él coincidieron en que hay que "reforzar las relaciones transatlánticas para resolver determinados problemas que ningún país puede resolver solo", como el terrorismo, el cambio climático o la crisis financiera global.

El senador por Illinois dijo que Brown está especialmente interesado en crear instituciones internacionales para abordar esa última cuestión, para lo que podría contar con el apoyo de EE UU si él resultara ganador en los comicios presidenciales de noviembre contra el senador republicano John McCain.

Brown y su invitado trataron también del proceso de paz en Oriente Medio y, según el estadounidense, ambos países tienen el compromiso de intentar ayudar a Israel y los palestinos a llegar a una buena solución.

Obama, que se mostró relajado y sonriente, agradeció al Reino Unido su compromiso militar en Afganistán, país al que él querría enviar más tropas estadounidenses y de otros países al tiempo que propone retirar en 16 meses las destacadas en Irak.

En contraste con la Obamanía que arrasó la Europa continental, con grandes titulares y baños de multitudes, el candidato demócrata encontró en Gran Bretaña la típica reserva británica, en una visita de deliberada discreción.

Por una parte, no hubo ruedas de prensa conjuntas, para respetar el protocolo seguido con el senador John McCain cuando éste visitó Gran Bretaña el pasado marzo.

Por la otra, tal vez por ser el primer fin de semana de clima verdaderamente estival en el Reino Unido, escasearon las multitudes para acoger a un candidato que, sin embargo, según las encuestas es el favorito de los británicos.

Tal vez influyera también el ambiente de pesimismo que reina en Downing Street tras la catastrófica derrota electoral de los laboristas en las elecciones parciales del pasado jueves en Glasgow, donde el partido gubernamental perdió frente a los independentistas un escaño parlamentario que poseía desde hacía 60 años.

Obama llegó a Londres para completar la última etapa de una gira internacional que, además de a las capitales europeas, le llevó a Irak, Afganistán, Jordania, Israel y el territorio palestino de Cisjordania.