El Parlamento dijo en un comunicado, que el estado de emergencia otorga a la Policía y a las autoridades locales poderes adicionales en todo el territorio nacional para frenar la llegada de inmigrantes ilegales.

La medida, propuesta por el ministro del Interior italiano, Roberto Maroni, del partido de extrema derecha Liga del Norte, reza que "la extensión del estado de emergencia por el persistente y excepcional flujo de extracomunitarios, hará que se pueda potenciar las medidas para contrarrestar y gestionar el fenómeno", añadió.

Maroni explicó que, en el primer semestre de 2008, la cifra de inmigrantes clandestinos que entraron en el país pasó de 5.368 a 10.611. "Por este motivo hemos considerado apropiado extender el estado de emergencia a todo el territorio".

El primer ministro italiano, Silvio Berlusconi, que ganó las elecciones en abril del año pasado, prometió poner en marcha duras medidas contra la inmigración ilegal, lo que provocó el ataque inmediato de la oposición italiana.

"Esta medida sólo va a conseguir que aumenten las preocupaciones y las inseguridades, de la gente, exactamente lo contrario a lo que se debe hacer", dijo Marco Minniti, del Partido Democrático.