La Unión Europea felicitó ayer al Gobierno serbio por la captura del ex líder serbobosnio Radovan Karadzic y le animó a "seguir por ese camino", pero no desbloqueó el acuerdo de asociación y estabilización con el país balcánico. Holanda aún considera insuficiente la detención de Karadzic para dar el paso hacia la adhesión europea de Serbia, ya que quedan aún libres otros fugitivos como el ex jefe militar de los serbobosnios durante la guerra, el general Ratko Mladic, y el antiguo líder de los serbios de Croacia durante el conflicto de 1991, Goran Hadziz.

La compensación vino del lado de la Comisión Europea, que propuso a través del comisario de Ampliación, Olli Rehn, que se empiecen a aplicar los beneficios comerciales del acuerdo, sugerencia que estudiarán esta semana los embajadores de los países miembros.

Según explicó al respecto el ministro de Asuntos Exteriores español, Miguel Ángel Moratinos, la idea era aprobar ayer al menos esta concesión, pero "un país" (Holanda) dijo que todavía no había tenido tiempo para consultarlo, por lo que deberán decidirlo los embajadores en sus próximas reuniones. "Cuando cumplen, hay que dar la respuesta adecuada, y han cumplido de forma muy eficaz", defendió Moratinos tras reunirse con su homólogo serbio, Vuk Jeremic.

Compromiso europeo

El jefe de la diplomacia serbia acudió a Bruselas para resaltar el compromiso europeo demostrado por su Gobierno al capturar a un presunto criminal que, sin embargo, sigue siendo considerado como un héroe por una parte de la población de su país.

Por su lado, el ministro de Exteriores francés y presidente de turno del Consejo, Bernard Kouchner, expresó la "satisfacción" de la UE porque la detención, dijo, se haya producido tan rápido, "poco tiempo después de que se formara el Gobierno con el que estuvimos dialogando".

"La detención ha sido muy buen signo, creemos que con este Gobierno se podrá arrestar pronto a los otros acusados", dijo el ministro francés, que afirmó que al conocer la noticia saltó de alegría y exclamó "¡por fin!".

Según Miguel Ángel Moratinos, con la detención se ha demostrado la tesis de que era necesario iniciar un dialogo con Serbia, incluso cuando todavía no había ninguna colaboración de Belgrado para juzgar los crímenes en la ex Yugoslavia.

"Es una pena que ya no esté aquí Carla del Ponte, le mandaré un mensaje", dijo Moratinos en recuerdo de las reticencias para dialogar con los serbios que expresaba la ex fiscal jefe del Tribunal Penal Internacional para la Antigua Yugoslavia. Frente a estas apelaciones al diálogo para obtener resultados, Holanda dejó claro ayer a sus socios de la UE que la captura de Radovan Karadzic no prueba que Serbia colabore con el TPIY.

El secretario de Estado holandés de Asuntos Europeos, Frans Timmermans, afirmó que la detención fue "un acto valeroso de las autoridades serbias, que ayudará a concluir un periodo horroroso", pero destacó que no necesariamente prueba la colaboración plena del país balcánico con ese tribunal.

Además, ayer los Veintisiete escucharon al enviado especial del cuarteto para Oriente Medio, Tony Blair, para quien la Unión Europea (UE) debe conseguir "una implicación más fuerte" como mediadora en el conflicto a través de la Unión por el Mediterráneo. Por su parte, la esposa de Karadzic, Ljiljana Zelen, se mostró ayer aliviada al saber que su marido está con vida y espera poder visitarlo en Belgrado.

"Estaba totalmente confundida. Llame a mi hijo Sasa para que se despertara. No me encontraba bien, pero después de todo estoy contenta de que esté vivo", explicó ayer a la prensa local.