Representantes de ambas fuerzas armadas se reunieron ayer para intentar solucionar el contencioso, pero del encuentro no salió un consenso.

Por su parte, el ministro de Exteriores camboyano, Hor Namhong, planteó la mediación de la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático, de la que son socios Camboya y Tailandia, pero Bangkok se opuso.

Camboya envió el domingo una queja formal a la ONU por la invasión de su territorio nacional por parte de Tailandia, aunque subrayó que no desea una intervención, sino que se obligue a su vecino a retirar a sus tropas de la zona.

A principios de semana, tres nacionalistas tailandeses cruzaron al país vecino para reclamar la soberanía del templo, recientemente declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.

Los activistas fueron expulsados de inmediato por soldados camboyanos, y en ese momento arrancó el envío masivo de tropas al lugar por parte de ambos gobiernos, cuyas relaciones bilaterales podrían estar a punto de romperse.

Además, la crisis ocurre cuando el Ejecutivo tailandés pasa por un momento de extrema debilidad por el acoso de la oposición, y a una semana de que Camboya celebre elecciones generales.

Tailandia ha despachado sus efectivos a una ladera montañosa próxima a las ruinas para bloquear los accesos al recinto, mientras Camboya ha reforzado su contingente de soldados con policías antidisturbios, para disolver cualquier protesta de manifestantes tailandeses.

Hasta ahora, no se han producido intercambios de disparos, pero los generales de ambos países no descartan un enfrentamiento si sigue aumentando la tensión, y existe el temor a que se repita la violencia ocurrida en 2003.

En aquella ocasión, miles de camboyanos atacaron e incendiaron la Embajada de Tailandia y sedes de empresas tailandesas después de que el Gobierno camboyano se sintiera ofendido por unos comentarios despectivos aparecidos en la prensa tailandesa sobre los templos de Angkor Wat, un símbolo de Camboya y recogidos en la enseña nacional.

Ambas naciones vecinas luchan desde hace décadas por la soberanía del templo del reino jemer, que data del siglo XI.

En 1962, el Tribunal Internacional de Justicia de La Haya determinó que el terreno sobre el que se ubica el recinto religioso del antiguo reino jemer corresponde a Camboya, pero Tailandia se resiste a aceptar ese dictamen.