Estados Unidos dijo ayer que Irán "tiene que elegir entre la cooperación o la confrontación", después de que Teherán rechazase dar una respuesta concreta a la oferta de los países occidentales para que abandone su programa nuclear. "Esperamos que los iraníes entiendan que sus líderes tienen que decidir entre cooperar, lo que sería beneficioso para todos, o la confrontación, lo que aumentaría más su aislamiento" de la comunidad internacional, dijo el portavoz del Departamento de Estado, Sean McCormack, tras la reunión celebrada ayer en Ginebra entre Irán y representantes del llamado Grupo 5+1.

En dicha reunión, Teherán eludió dar una respuesta concreta al conjunto de incentivos que el Grupo 5+1, integrado por los cinco países del Consejo de Seguridad de la ONU -Estados Unidos, Rusia, Reino Unido, Francia, China- más Alemania, entregó en junio al Gobierno iraní para que abandone sus actividades nucleares.

Washington deja así clara su posición de que no entrará en negociaciones con Teherán si no está dispuesto a cooperar y abandonar su programa de enriquecimiento de uranio.

Expectación

La reunión de ayer entre el jefe de la diplomacia europea, Javier Solana, y el negociador iraní, Said Jalili, venía precedida de una gran expectativa por la decisión de Washington de enviar a su subsecretario de Estado para Asuntos Políticos y "número tres" del Departamento de Estado, William Burns.

"Burns transmitió el mensaje de que EE UU está decidido a apoyar el paquete de incentivos del Grupo 5+1 y subrayó la exigencia de todas las potencias de que Irán debe suspender sus actividades de enriquecimiento de uranio para iniciar las negociaciones", dijo McCormack.

Como ya había anunciado Washington, la presencia de Burns en la reunión de ayer no era para "negociar" sino para "escuchar", y en este sentido, el diplomático "no se reunió ni habló" por separado con ningún miembro de la delegación iraní, subrayó el portavoz.

Solana no recibió una respuesta concreta como esperaba, pero calificó el encuentro de "constructivo" y aceptó reanudar los contactos en aproximadamente dos semanas.

En la misma conferencia de prensa, el representante iraní dijo que, de cara a la "continuación de las conversaciones", había entregado a Solana un documento de su gobierno que contiene los "elementos comunes" de las posiciones de Teherán y Occidente.

Ante esta situación, Estados Unidos reiteró que, junto a sus socios del Grupo 5+1, "está dispuesto a imponer más desincentivos si Irán no elige el camino de la cooperación".

Washington emplea la estrategia de "una de cal y otra de arena" con Teherán para conseguir que abandone sus aspiraciones nucleares.

Plan

El plan presentado por las potencias occidentales ofrece a Irán entrar en un período de pre-negociación de seis semanas, durante el cual podría continuar con la actividad nuclear al nivel actual, pero se comprometería a no poner en marcha nuevos centrifugadores.

A cambio, las seis potencias no adoptarían nuevas sanciones en su contra. Después, se pasaría a una fase de negociaciones formales, durante las cuales Teherán aceptaría detener temporalmente sus actividades nucleares.