"El Gobierno completó el proceso de ratificación del Tratado de Lisboa el 16 de julio depositando su instrumento de ratificación en Roma", informó hoy el secretario de Estado británico para Europa, Jim Murphy, en una breve comunicación ministerial escrita.

En junio pasado, el Parlamento británico dio luz verde a la ratificación del texto, cuyo futuro está aún rodeado de interrogantes tras su rechazo en referéndum en junio pasado en Irlanda.

El texto, trascendental para el futuro de la Unión y que sustituye a la fallida Constitución europea rechazada por franceses y holandeses en referéndum en 2005, no puede entrar en vigor hasta que sea ratificado por los 27 miembros de la Unión Europea (UE).

Pese a los llamamientos de la oposición conservadora británica para que el texto se sometiera a referéndum, el Gobierno de Londres descartó la convocatoria de un plebiscito y llevo a cabo la ratificación del Tratado por vía parlamentaria.

El ex primer ministro británico laborista Tony Blair prometió en su día un referéndum sobre la fallida Constitución europea, pero el actual jefe del Gobierno, el también laborista Gordon Brown, ha rechazado una consulta porque considera que la Constitución europea y el Tratado de Lisboa son textos totalmente distintos.

El texto obtuvo el visto bueno en los Comunes en marzo pasado y pasó su tercera y última lectura en junio en la Cámara de los Lores, tras lo que recibió el consentimiento real de Isabel II.

El proceso de ratificación quedó paralizado mientras el Tribunal Superior de Justicia de Inglaterra y Gales se pronunciaba sobre el recurso presentado por el millonario británico euroescéptico Stuart Wheeler contra la negativa del Gobierno a convocar un referéndum.

Finalmente, el 25 de junio pasado la corte falló en contra de la petición del millonario, lo que dejo vía libre para que el Reino Unido completara el proceso de ratificación del Tratado.