El Papa viajó en un Boeing 777 de la compañía Alitalia, que aterrizó a las 15.00 hora local (07.00 GMT) en la Base Aérea de Richmond, a 50 kilómetros de Sídney, y se trasladará a un retiro en la localidad de Kenthurst, en las Montañas Azules.

El Pontífice fue recibido con un fuerte aplauso al descender del avión, tras lo que saludó al primer ministro, Kevin Rudd, al cardenal George Pell, Arzobispo de Sídney, y a otros líderes de la Iglesia Católica en Australia, quienes presentaron sus respetos a Benedicto XVI.

Con anterioridad, el avión en el que viajó Benedicto XVI hizo una parada técnica en Darwin, donde le saludó el Obispo de la ciudad, Eugene Hurley, que le ofreció una pintura de una Virgen aborigen.

El Papa, que tiene 81 años, se trasladará tras este viaje de 20 horas, el más largo de los que ha realizado hasta ahora, a Kenthurst, en las Montañas Azules, a unos 40 kilómetros de la ciudad, donde descansará durante cuatro días.

El Pontífice se trasladará a Sídney el miércoles, para hospedarse en la residencia de George Pell, en la Catedral de St Mary, y celebrará su primer compromiso oficial el jueves, cuando será recibido oficialmente por las autoridades australianas.

El Papa se unirá a las celebraciones de la Jornada Mundial de la Juventud, que se iniciarán el próximo miércoles y finalizarán el domingo 20 de julio, y para las que se han registrado 215.000 peregrinos extranjeros, y australianos.