OTR/Press / Teherán/Washington

Un día después de que el régimen de Teherán advirtiese de que no se quedará parado ante una eventual agresión de Estados Unidos o Israel, el Gobierno iraní confirmó la exitosa prueba de nueve misiles de mediano y largo alcance con capacidad para llegar hasta territorio hebreo y las bases norteamericanas. La Casa Blanca no tardó en responder a esta nueva demostración práctica y exigió a Irán que ponga fin "inmediatamente" a los ensayos militares, mientras que el Ejecutivo de Tel Aviv vio en los últimos un nuevo motivo de "preocupación".

El asesor del ayatolá Ali Jamenei, Ali Shirazi, aseguró el lunes que "la primera bala" de Estados Unidos o Israel acarreará una respuesta. Este nuevo desafío se vio completado ayer con la difusión de los últimos ensayos armamentísticos desarrollados por la Guardia Revolucionaria iraní, que ha probado con éxito nueve misiles de mediano y largo alcance en las aguas del Golfo Pérsico, entre ellos el proyectil Shahab 3, de una tonelada de peso y que podría alcanzar objetivos a 2.000 kilómetros de distancia, según informaciones de los medios locales. Dicho de otra forma, podría llegar hasta Israel y las bases estadounidenses en la región.

No osbtante, y a pesar de las amenazas de EE UU e Israel, el Gobierno de Mahmoud Ahmadinejad mantiene su programa nuclear, que defiende como pacífico, algo que precisamente llevará al país árabe al Alto Representante de Política Exterior y de Seguridad de la UE, Javier Solana, el próximo 19 de julio. El dirigente español previsiblemente entregará en mano el paquete de incentivos por EE UU, Reino Unido, Francia, China, Rusia y Alemania para convencer a Irán de que desista de sus aspiraciones.

Las pruebas de misiles no han pasado indiferentes para dos países que se han sentido directamente amenazados por estos ensayos. Así, el portavoz del Ejecutivo de Tel Aviv explicó que "Israel no amenaza a Irán, pero el programa nuclear iraní, combinado con su agresivo programa balístico, es motivo de grave preocupación". Por su parte, el portavoz de la Casa Blanca, Gordon Johndroe, exigió a Irán poner fin "inmediatamente" a los ensayos y que se abstenga de nuevas pruebas "nucleares si realmente quiere conseguir la confianza del mundo", mientras que la secretaria de Estado norteamericana, Condoleezza Rice, se agarró a las últimas acciones de la Guardia Revolucionaria para demostrar que "la amenaza no es una imaginación".

Por su parte, el candidato demócrata a la Presidencia de EE UU, Barack Obama, considera que Irán es una "gran amenaza" y pidió en endurecimiento de las sanciones. "Irán es una gran amenaza. Tenemos que asegurarnos de trabajar con nuestros aliados para ejercer presión sobre Irán", afirmó.