La secretaria de Estado norteamericana, Condoleezza Rice, y su homólogo checo, Karel Schwarzenberg, serán quienes en nombre de sus respectivos países estampen su firma en el acuerdo, según informó hoy a Efe la cancillería praguense.

El plan de Washington es que el radar forme parte del escudo antimisiles que quiere instalar para defender a EEUU y a sus aliados de la OTAN de un eventual ataque con armas nucleares, bacteriológicas o químicas lanzado desde Oriente Medio o Corea del Norte.

Hasta la fecha se desconoce la ubicación de las lanzaderas de cohetes interceptores que servirían supuestamente para proteger el radar, y que iban a estar en Polonia.

La diplomacia checa desconocía todavía esta mañana el plan del viaje europeo de Rice, aunque se prevé que mantendrá en la capital checa a las 12.30 hora local (11.30 GMT) un breve encuentro con el primer ministro, Mirek Topolanek, antes de suscribir el acuerdo.

Este documento deberá todavía obtener el visto bueno de los parlamentarios de ambos países, por lo que no se descarta que surjan problemas en el proceso de ratificación.

La oposición checa, integrada por socialdemócratas y comunistas, ha manifestado su oposición al acuerdo defensivo en el caso de que no se convoque un plebiscito popular, algo que fue rechazado de plano por el Gobierno.

Pero incluso dentro del gabinete de coalición gubernamental, integrado por conservadores, democristianos y verdes, existen voces claramente discrepantes, sobre todo en las filas de los verdes.

Hace un año, la mayoría de la ciudadanía checa mostraba su rechazo al proyecto, con cifras que oscilaban desde el 61 hasta el 70 por ciento de los encuestados.

La campaña informativa desplegada por el Ejecutivo praguense y el apoyo que recibió el proyecto por parte de la OTAN en su última cumbre de Bucarest mitigó algo los resquemores, pero aún hoy los que no lo apoya son la mayoría.

Activistas de la organización humanitaria internacional Greenpeace y otros grupos juveniles humanistas y de izquierda, como los seguidores de la iniciativa "Ne zakladnam", han manifestado sistemáticamente su rechazo a la elevación de este radar en la localidad suroccidental de Misov, dentro de una zona militarizada de los Montes Brdy.

Mientras tanto, el embajador ruso en Praga, Alexei Fedotov, anunció la víspera que su país tomará medidas apropiadas en el caso de que el acuerdo se ratifique, y que serían especificadas durante la conferencia sobre el escudo antimisiles que tendrá lugar en la metrópolis checa del 8 al 11 de julio.