Europa Press/Efe / iiislamabad/kabul

Un total de diecinueve personas, quince de ellas policías, murieron y otras cuarenta resultaron heridas ayer en un atentado suicida perpetrado contra una comisaría del barrio de Melody Chowk, en Islamabad, según informó la televisión pakistaní Geo TV.

Las autoridades acordonaron la zona afectada, donde ya se encuentra un equipo de explosivos de las fuerzas de seguridad, según informa un corresponsal de la cadena pakistaní Los heridos fueron trasladados al Hospital Policlínico de Islamabad. El atentado tenía como objetivo los policías de reserva procedentes de Punjab y de Islamabad.

El subcomisario de la Policía en Islamabad, Amir Ahmed Ali, y otros responsables de la administración visitaron el lugar de los hechos. La comisaría atacada se encuentra cerca de la Mezquita Roja de Pakistán, donde horas antes decenas de islamistas se habían concentrado para recordar a las más de cien víctimas de los enfrentamientos del 10 de julio de 2007.

Dos de los fallecidos en el atentado de ayer ya fueron identificados: el agente Sehala, que se hallaba en la comisaría, y el inspector Sarwar, según la cadena, que no precisó los apellidos de las víctimas. Fuentes policiales añadieron que el ataque tenía por objetivo la propia comisaría y los policías "que regresaban a sus puestos" tras haber supervisado la concentración de islamistas, según el agente Kamram Adil.

Vigilancia del templo

Ante esta manifestación, los agentes habían intensificado la seguridad alrededor de la Mezquita Roja con cortes de carretera en las inmediaciones. Además, cualquier persona que se dirigiera a la manifestación tenía que pasar por los detectores de metales y muchos de los participantes fueron cacheados. Una fuente del Ministerio del Interior dijo que se trata de un ataque contra las fuerzas de seguridad y calificó el hecho de "preocupante", ya que hacía muchos meses que la Policía no era blanco de atentados.

El primer ministro pakistaní, Yusuf Razá Guilani, condenó el atentado y aseguró que los responsables serán llevados ante los tribunales.

Un bombardeo de EE UU mata a una veintena de afganos, la mayoría mujeres y niños

Al menos 22 personas, la mayoría mujeres y niños, murieron ayer en un bombardeo de las tropas de la coalición multinacional liderada por Estados Unidos en la provincia de Nangarhar, en el este de Afganistán.

Las víctimas perdieron la vida durante una ofensiva aérea cuando regresaban de una boda en Aska Meena, dijo el jefe de ese distrito, Maulawi Aziz, cargo nombrado por el gobernador provincial. Otras trece personas sufrieron heridas como consecuencia de los bombardeos, que se produjeron a las 06.30 hora local.

Previamente, el mando militar estadounidense informó de que varios supuestos talibanes murieron en ataques aéreos lanzados por las tropas de la coalición en Nangarhar. Según un comunicado de EE UU, los militares detectaron la presencia de supuestos talibanes en el distrito de Deh Bala, próximo a la frontera con Pakistán, e iniciaron los bombardeos.

El pasado sábado, una fuente oficial afgana informó de que otros 22 civiles habían muerto en un bombardeo aéreo de las tropas de la coalición, mientras que el mando militar de EE UU confirmó la ofensiva, pero aseguró que las víctimas fueron doce talibanes.