OTR Press/Efe / Teherán/lslamabad

Pese a los incentivos ofrecidos por el conocido como Grupo 5+1 -Estados Unidos, China, Rusia, Francia, Reino Unido y Alemania- para que ponga fin a su programa nuclear, el régimen de Teherán no está dispuesto a ceder un ápice en su postura. El portavoz del Gobierno, Gholam Husein Elham, aclaró ayer que su postura "no ha cambiado", si bien se muestra dispuesto a discutir algunos puntos del paquete de incentivos puesto sobre la mesa. Y es que, según declaró, el régimen iraní ni tiene intención de discutir su "derecho al enriquecimiento de uranio".

El Grupo 5+1, formado por seis de las potencias más importantes del planeta, había ofrecido algunas contraprestaciones a Teherán a cambio de ceder en sus actuales actividades nucleares. Entre estos incentivos se incluía la cooperación nuclear civil, pero el cuarto mayor productor de petróleo del mundo no los ha aceptado y seguirá produciendo energía, según el Gobierno local para general electricidad, según las potencias negociadoras para un hipotético desarrollo de bombas, algo que podría implicar una nueva ronda de sanciones internacionales.

"Cuando los precios del petróleo cambian entre 10 y 15 dólares por comentarios de funcionarios, los precios del crudo llegarán a máximos impredecibles si alguien toma la poco prudente decisión de atacar Irán", afirmó el ministro de Petróleo. No en vano, el país árabe cuenta con unas de las mayores reservas petrolíferas del mundo, algo que se ha convertido en una auténtica baza con la que jugar.

Pakistán

Por otro lado, el científico pakistaní Abdul Qadeer Khan declaró ayer que su país transportaba material nuclear a Corea del Norte con total conocimiento del Ejército, a pesar de que en su momento aseguró ser el único responsable, según informó la cadena británica BBC en su edición digital.

En entrevistas telefónicas con la prensa desde su casa, donde cumple prisión domiciliaria desde 2004, Khan dijo que mandos militares supervisaron un vuelo con máquinas centrifugadoras a Pyongyang en año 2000.

El presidente pakistaní, Pervez Musharraf, entonces comandante en jefe del Ejército, ordenó su arresto domiciliario. Musharraf afirmó en repetidas ocasiones que nadie, a excepción de Khan, tenía conocimiento de los envíos que generaron preocupación mundial.

Las recientes declaraciones de Khan contradicen una confesión pública que él mismo hizo en 2004, cuando afirmó que fue el único responsable de exportar tecnología nuclear a Irán, Corea del Norte y Libia.