Ingrid Betancourt, que recuperó la libertad el pasado miércoles tras más de seis años retenida en la selva por las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), llegó ayer a "su dulce Francia" para agradecer al presidente galo, Nicolas Sarkozy, a los franceses y a todos los miembros del Comité de Apoyo su esfuerzo y su movilización continua durante todo su cautiverio. "Le debo la vida a Francia", dijo.

Además, vinculó el éxito de la operación de rescate del Ejército colombiano a la presión francesa para que se descartara una intervención militar armada que pusiera en peligro la vida de los rehenes, algo que Francia siempre exigió al presidente colombiano, Álvaro Uribe, por lo demás abiertamente contrario a una negociación con la guerrilla, vía por la que apostaba París.

Minutos después de las 16.00 horas de ayer, Betancourt bajaba sola y sonriente las escalerillas del Airbus 219 fletado por la República francesa procedente de Bogotá para fundirse en un abrazo con el presidente francés y su esposa, Carla Bruni. Al grupo se unieron enseguida los hijos de la franco-colombiana, Melanie y Lorenzo, así como su actual marido, Juan Carlos Lecompte; su ex marido, Fabrice Delloye, su hermana Astrid y su sobrino.

"Bienvenida a Francia, tu casa. Toda Francia está feliz de verte aquí. Toda Francia admira tu dignidad", le dijo el presidente francés, que consideró su presencia "un mensaje de esperanza para todos los que sufren en el mundo".

"Sueño desde hace siete años con vivir este momento, que es muy emotivo, con respirar el aire de Francia, estar con vosotros. Os lo debo todo, a Francia, al presidente Sarkozy, a quien abrazo, este hombre extraordinario que tanto ha luchado por mí, y a toda Francia", dijo a continuación una emocionada Betancourt cogiendo la mano de Sarkozy.

"Francia es mi casa, vosotros sois mi familia. Os llevo en mi corazón, os llevo el agradecimiento de todos los colombianos", prosiguió destacando a continuación como "producto de la lucha francesa" la operación "extraordinaria, perfecta e impecable" del Ejército colombiano.

"El Gobierno colombiano puso en marcha una estrategia distinta que fue el fruto de la reflexión común entre franceses y colombianos. Me habéis salvado la vida, porque sin esta reflexión probablemente hubiéramos conocido otro fracaso", llegó a decir.

Pidió a Sarkozy que siga luchando por el resto de los secuestrados. "Es el horror, porque las FARC no se comunican ni con Chávez, ni con Correa y todavía menos con Uribe", prosiguió Betancourt, que sugirió "dejar una puerta abierta a los delegados de Francia". A su petición, Sarkozy respondió que "Francia no detendrá su combate".